El secretario de Energía, Eduardo Chirillo, adelantó que el precio de la nafta tendrá un piso de aumento de 160 pesos por litro en los próximos tres meses, lo que representa alrededor de un 15 por ciento, y el del gasoil de 100 pesos. El funcionario reveló el plan oficial en cuanto a los precios de los combustibles al hablar ante empresarios en un evento cerrado realizado en el Club del Petróleo.

En principio, este sería el piso de aumento dado que Chirillo se habría referido al precio puro de cada litro del combustible sin tener en cuenta los ajustes pendientes de los impuestos.

La suba del precio de los combustibles se traslada directamente a la inflación y por lo tanto un anuncio de estas características lleva a empresas y particulares a comenzar a rever los presupuestos y costos de producción para los próximos meses. En esa misma conversación, Chirillo reiteró que el Gobierno avanzará en la quita de subsidios en todas las áreas energéticas.

La suba de los combustibles

El precio de las naftas aumentó a comienzos este mes un 4 por ciento y el gasoil otro 2,5 por ciento por la suba de impuestos que decidió el gobierno de Javier Milei y la devaluación que registró el tipo de cambio oficial durante mayo. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, YPF incrementó el litro de nafta súper de 870 a 905 pesos, la nafta premium pasó de 1074 a 1117, el gasoil común de 918 a 941 y el gasoil premium de 1167 a 1196 pesos. En el resto del país la petrolera controlada por el Estado Nacional aplicó la misma suba porcentual, pero sobre sobre valores más altos y el resto de las petroleras hicieron lo propio.

Luego de que Javier Milei fue electo presidente el pasado 19 de noviembre, las petroleras avanzaron rápidamente con una recomposición real de sus precios. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, el 25 de noviembre YPF ajustó el precio de la nafta premium un 13 por ciento. El 8 de diciembre aplicó otro 26,3 por ciento y el 13 de diciembre un 37 por ciento más. El 3 de enero subió un 26 por ciento, el pasado 1 de febrero otro 6,5 por ciento, el 1 de marzo un 7,5 por ciento, en abril un 4,6 por ciento, en mayo un 3,9 por ciento y ahora en junio un 4 por ciento en el caso de las naftas y 2,5 por ciento en el gasoil. De este modo, en casi siete meses el litro de nafta premium pasó de 349 a 1117 pesos por litro, un 220 por ciento.

La contracara del tremendo aumento de precios fue la caída de la demanda. Según cifras oficiales de la Secretaría de Energía, en el primer trimestre del año la caída fue del 6,27 por ciento interanual. La demanda de gasoil bajó un 5,94 por ciento y la de nafta un 6,70 por ciento.

¿Por qué aumenta?

Los aumentos fuertes que se vienen dando desde fines del año pasado son consecuencia de la decisión oficial de liberar el precio de las naftas para que los valores locales se converjan con la cotización internacional, aunque esa paridad todavía no se concretó porque luego de los primeros aumentos el ministro de Economía, Luis Caputo, les solicitó a las petroleras que pausen los ajustes para colaborar con la desaceleración de la inflación. ¿Por qué entonces volvió a aumentar la nafta si las petroleras sacaron el pie del acelerador? Fundamentalmente por la suba de los impuestos, la suba de los biocombustibles y el impacto de la devaluación.

Los biocombustibles volvieron a subir el martes pasado y el dólar viene subiendo al 2 por ciento mensual así que esa será la base del próximo ajuste aunque el secretario de Energía dio a entender que la intención es autorizar un incremento adicional para que los combustibles finalmente alcancen la paridad de importación.