El primer encuentro de la quinta fecha de la Liga Profesional se dio en Mendoza, donde Godoy Cruz y Rosario Central se vieron las caras en un duelo que tuvo como principal protagonista a Enzo Copetti.
El espectáculo que se desarrolló a puertas cerradas, debido a los incidentes que se habían registrado en el choque de Godoy y San Lorenzo que debió ser suspendido, entregó a un equipo visitante con la intención de adueñarse de la pelota y los pedidos claros de Miguel Angel Russo: “¡Vamos a jugar! ¡Vamos a jugar”.
Jaminton Campaz jugó como un pibe en un potrero. El colombiano se lució con una exhibición magnífica para abastecer al ex delantero de Racing, quien celebró su primera conquista con la camiseta del club rosarino.
Sin embargo, antes de que los intérpretes se fueran al descanso, el chaqueño tocó la pelota con la mano dentro de su propia área, y le permitió a Nahuel Ulariaga emparejar las acciones con un violento remate desde los doce pasos que dejó sin posibilidades a Broun.
En el complemento se habló más de lo que se jugó, aunque Rosario Central fue levemente superior. Las más claras fueron para la visita, pero Marco Ruben no estuvo preciso en sus definiciones que pudieron cambiar el destino del encuentro.
Con Carlos Quintana como líder desde el fondo y Campaz como figura exponente de la tarde, en la tierra del vino no hubo vencedores. Simplemente se dio una repartición de puntos que no conformó a ninguno.