La justicia en lo Civil rechazó el reclamo de un hombre que demandó por "daños y perjuicios" a Google tras la publicación de una foto en la que, asegura, se lo ve desnudo en el patio de su casa. La imagen de la discordia fue tomada por el servicio "Street View” de Google Maps. "No se trataba del ‘Jardín del Edén’, sino de su vecindario", argumentó el juez Eduardo Alejandro Caruso.
El hombre inició el reclamo porque el programa "Street View" de Google lo captó en el interior de su vivienda, en una pequeña localidad bonaerense. Posteriormente, esa imagen fue difundida en medios de comunicación como una información casi humorística.
Según publicó el sitio especializado Diario Judicial, la demanda fue por “daños al honor y a su persona”, puesto que “se lo expuso de manera humillante y denigrante”, lo que le generó trastornos en su vida social.
Los argumentos del juez para rechazar la demanda
“No encuentro ninguna razón para entender los motivos por los cuales el policía se expuso totalmente desnudo en el jardín. Si él los tuvo, entonces que se haga cargo de su conducta inmoral, pues no se trataba del ‘Jardín del Edén’, sino de su vecindario”, sostuvo el juez Eduardo Alejandro Caruso al rechazar la demanda.
El fallo sostiene que “desde lo jurídico no existían normas que prohíban en el país tomar imágenes en la vía pública, ni se requería permiso previo para ello”.
La demanda fue rechazada porque se trató de una imagen “casi imperceptible y difusa” de una silueta humana que “si bien se puede presumir” que correspondía a su persona por la ubicación geográfica, ello no pudo ser certificado con los registros de la propiedad.
“No se puede hablar de daño a la imagen cuando, justamente, la propia imagen a la que hace alusión el actor resulta imposible de relacionar con una persona en particular, pues lo que se evidencia es, en todo caso, una figura humana de espaldas y desnuda, y cuyo formato no deja de asemejarse al de millones y millones de seres humanos”, sostiene la resolución.
Además, el juez resaltó que “fue la actitud impúdica del actor la que lo llevó a la situación que luego aconteció”.
“El primero que infringió las reglas y normas vecinales, morales y de buenas costumbres, fue el propio peticionante”, resumió el fallo.