El Colegio María de Guadalupe, ubicado en el corazón de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, fue distinguido como una de las 50 mejores escuelas del mundo por el prestigioso World’s Best School Prizes 2024. Este reconocimiento se otorgó no solo por la calidad educativa de la institución, sino también por su destacada capacidad para integrar a estudiantes de sectores vulnerables y prepararlos para un futuro mejor.
El World’s Best School Prizes es un premio global impulsado por T4 Education en colaboración con Accenture, American Express y la Fundación Lemann de Brasil. Este año, un jurado compuesto por 200 expertos y líderes mundiales, incluidos dos argentinos, evaluó a miles de escuelas de más de 80 países y seleccionó al Colegio María de Guadalupe en la categoría “Colaboración con la Comunidad”.
Fundado en 2012 por la asistente social María Paz Mendizábal y el empresario Roberto Souviron, el colegio se creó con el objetivo de ofrecer una educación de calidad en un barrio con escasas opciones educativas. Su modelo eficiente y replicable se expandió recientemente con la apertura de una nueva escuela en Garín, que ya cuenta con 225 alumnos y proyecta alcanzar 1.125 estudiantes.
Situado en el barrio Las Tunas, Pacheco, el Colegio María de Guadalupe es una institución privada con un 58% de subsidio estatal, y actualmente educa a 700 alumnos desde nivel inicial hasta la secundaria. La mayoría de estos estudiantes provienen de contextos socioeconómicos bajos: el 73% de sus padres no completaron la educación secundaria, el 62% vive en condiciones de precariedad habitacional y el 47% en situación de hacinamiento.
A pesar de estos desafíos, el Colegio María de Guadalupe logró tres hitos sobresalientes. En primer lugar, su tasa de retención escolar es del 99%, una cifra notable en un entorno donde la deserción escolar es común. En segundo lugar, los resultados académicos de sus estudiantes, evaluados a través de las pruebas Aprender, son comparables a los de alumnos de clases socioeconómicas más altas. En tercer lugar, el 87% de sus egresados continúa estudios superiores o consigue empleo formal.
El enfoque educativo del Colegio María de Guadalupe incluye programas específicos diseñados para garantizar la continuidad y el éxito de sus estudiantes. Estos programas abarcan orientación vocacional, mentorías y un programa de inclusión laboral. La orientación vocacional ayuda a los alumnos a decidir su futuro con la participación de empresas y universidades. Las mentorías conectan a los estudiantes con profesionales que los guían en sus carreras. El programa de inclusión laboral fomenta el empleo formal y proporciona habilidades clave para el mercado laboral.
La financiación del colegio se compone de cuotas familiares, donaciones y subsidios estatales. Además, se promueve la formación continua de los docentes y el trabajo en equipo, factores fundamentales para el desarrollo de la institución.
La historia del Colegio María de Guadalupe es un testimonio inspirador de cómo la educación, el compromiso comunitario y la colaboración pueden transformar vidas y superar las adversidades.