MAR.IA 6 puntos
Argentina, 2024
Dirección: Gabriel Grieco y Nicanor Loreti
Guion: Nicanor Loreti
Duración: 76 minutos
Intérpretes: Sofía Castiglione, Malena Sánchez, Daria Panchenko, Juan Palomino, Demián Salomón, Andrea Rincón, Ezequiel Rodríguez.
Estreno: Disponible en salas.
La producción de cine de género en la Argentina es un caso interesante. Con un espíritu cercano al punk y mucho de autogestivo, en lo que va del siglo XXI un grupo de directores, guionistas y actores comenzaron a apartarse de la tradición de un cine nacional acostumbrado a moverse sobre el eje clásico del drama y la comedia, para avanzar sobre los llamados géneros menores, del terror y la ciencia ficción a la acción y el policial. A esa vertiente pertenece MAR.IA, película dirigida a cuatro manos por dos de los nombres más reconocidos en esa área, como Gabriel Grieco y Nicanor Loreti.
En MAR.IA es posible rastrear el ADN de una de las líneas más prolíficas del cine de género local. Su argumento ayuda a encontrar la punta del ovillo. Tras un accidente automovilistico en Miami, el cuerpo de la estrella del cine erótico María Black desaparece sin dejar rastros. Pero algunos años después, en el submundo del porno más clandestino, la joven reaparece, inmaculada, en un sórdido rodaje en las afueras de Buenos Aires. Hasta ahí llegan dos chicas que integran el equipo técnico, convocadas por un director chanta al que lo asiste un tipo oscuro que se parece más a un matón que a un productor.
Filmada con una estética que combina la atmósfera del ciberpunk más ochentoso con el ingenio autoconsciente de las producciones de clase B, MAR.IA no es una película sutil. A partir de un hecho trágico que tiene lugar durante la primera escena del rodaje, las protagonistas se ven envueltas en una trama que incluye desde la industria del porno hasta la trata de personas, en sus versiones más abominables. Y un giro hacia la ciencia ficción, en el que el auge de las inteligencias artificiales se vincula con el feminismo a través de uno de los recursos clásicos del género desde los años ‘80, década que la mayoría de los cineastas argentinos dentro del rubro tienen como referencia.
En MAR.IA no importan tanto ni la lógica ni la continuidad como el impulso lúdico de lo cinematográfico en su versión más plebeya. Es por eso que la película acumula subtramas menos preocupada por resolver los conflictos que se van abriendo, sino por hacerlo de forma shockeante. Con ese objetivo, todas las potencias de la producción estan puestas al servicio no tanto de una historia como de un concepto: replicar a nivel local lo más popular del cine made in Hollywood. Pero la película no toma un camino directo para conseguir su objetivo, sino que elige mirarse en otro espejo: el del cine italiano de los años 70 y 80, donde los relatos de género se replicaban deformes, en una forzada búsqueda de sus límites formales y narrativos. Es ahí donde hay que buscar el orgulloso linaje que los responsables de MAR.IA abrazan con toda intención.