La compleja situación social y de seguridad en Rosario llegó a medios internacionales. El diario británico "The Guardian" publicó este jueves un extenso informe sobre la compleja y alarmante situación de la localidad santafesina, a la que denominó: la primera "narcociudad" del país.
El informe de The Guardian refleja la alarmante situación en Rosario, donde la violencia y el narcotráfico alcanzaron niveles críticos. La crónica comienza relatando el estremecedor caso de Máximo Jérez, un niño de 11 años cuyo asesinato en marzo de 2023 conmocionó al país y evidenció la brutalidad de las pandillas locales. Según narró su tía, Antonia Jérez, "los niños estaban encogidos en el suelo, llorando. Uno recibió un disparo en la cara y otro en el hombro. Máximo recibió un disparo en la espalda. Sus últimas palabras fueron: 'Mamá, papá'".
El artículo subraya que este trágico evento marcó un cambio en las tácticas de los grupos narcos, que ahora no dudan en matar a niños para enviar mensajes de poder y control. "Mientras los capos compiten por el control –impulsados en parte por la creciente demanda de Europa– cualquiera podría convertirse en su próxima víctima", exponen los autores de la nota.
Rosario, ubicada estratégicamente en la hidrovía Paraguay-Paraná, se convritió en una ruta clave para el transporte de cocaína desde Perú y Bolivia hacia Europa y África. Entre febrero de 2020 y julio de 2022, se incautaron en puertos europeos al menos diez cargamentos de cocaína de más de 500 kg, todos procedentes de esta hidrovía. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) advirtió que estos flujos no solo abastecieron el mercado internacional, sino que también alimentaron el mercado interno argentino, exacerbando la violencia local y acrecentando los enfrentamientos entre pandillas.
La tasa de homicidios en Rosario es cinco veces mayor que el promedio nacional, con 22 asesinatos por cada 100.000 habitantes. En febrero de 2023, el músico Lorenzo "Jimi" Altamirano fue secuestrado y asesinado brutalmente en un acto diseñado para enviar un mensaje de terror. "Le dispararon tres veces, en la mano, en el estómago y en la cabeza", contó su madre, Liliana Altamirano. Este tipo de asesinatos, dirigidos a inocentes, se ha convertido en una táctica común de las pandillas.
"El aumento de la pobreza provocó un mayor consumo de paco y cocaína"
El narcotráfico afectó profundamente a los jóvenes de Rosario. Según "The Guardian", hace veinte años, los equipos de fútbol reclutaban a los niños para convertirlos en profesionales, pero ahora las pandillas se llevan a los niños. Los "bunkers" de drogas, pequeños refugios donde se venden narcóticos y se almacenan armas, se han vuelto comunes cerca de las escuelas, normalizando la violencia y el consumo de drogas entre los adolescentes.
Mónica Cuñarro, fiscal federal para casos de delitos complejos y drogas, señaló que "el consumo de drogas se extendió a todos los ámbitos geográficos y clases". La crisis económica en Argentina, con una tasa de inflación del 289% y casi el 60% de la población viviendo en pobreza, exacerbó esta situación. Eduardo Tomás Cánepa, del Conicet, afirmó que "el aumento de los niveles de pobreza en Argentina provocó un aumento del consumo de sustancias ilegales, especialmente paco y cocaína".
Ante este panorama, el presidente Javier Milei prometió medidas drásticas contra los grupos narcos. En este contexto, expertos adviertieron que estas tácticas podrían resultar en abusos a los derechos humanos. En este punto, Human Rights Watch recomendó fortalecer la capacidad judicial en lugar de militarizar la seguridad pública.
El informe de "The Guardian" pinta un panorama sombrío para Rosario. Sin una estrategia integral que aborde la corrupción policial, el lavado de dinero y el reclutamiento de jóvenes por las pandillas, la violencia en la "narcociudad" continuará sumando muertes.