La mayor parte de Chile, incluida Santiago, soporta intensas lluvias y vientos que han dejado un muerto y más de 4.000 damnificados, según indicaron las autoridades, quienes además activaron el "estado de catástrofe" para enfrentar la emergencia. Las regiones más afectadas están ubicadas en la zona centro-sur del país, en particular la región Bio Bio. Además, al menos 400 familias han tenido que ser desalojadas y reubicadas debido al intenso sistema frontal que sufre la zona, con vientos huracanados, nevadas copiosas y lluvias torrenciales que han obligado a suspender las clases en regiones como La Araucanía.
De hecho, la víctima es un trabajador agrícola que murió aplastado por un poste de alumbrado público en la sureña región del Maule, vecina a las de Ñuble, Biobío y La Araucanía, las más afectadas por el frente donde hay pueblos inundados, ríos desbordados y vías cortadas, entre otros efectos en esa zona de fuerte actividad forestal y agrícola.
Frente a esta situación, la Dirección Meteorológica de Chile emitió una inusual "alarma climática", que abarca a 14 de los 20 millones de chilenos que viven en cinco de las 16 regiones del país: Coquimbo (norte), Valparaíso y Metropolitana, (centro) y O'Higgins, Ñuble y Biobío (sur). En la capital Santiago no se había activado este nivel de alarma en las últimas dos décadas.
De acuerdo al último reporte del Servicio nacional de prevención y respuesta ante desastres (Senapred), las lluvias dejan hasta el momento 4.304 personas damnificadas. La localidad de Curanilahue, a 600 kilómetros al sur de Santiago, es una de las más afectadas por el desborde los ríos Curanilahue y Las Ranas. Allí cayeron en las ultimas horas cerca de 350 milímetrosde agua, una cifra que supera toda precipitación de la región el año pasado. El Separed advirtió que este ciclón extratropical, que ha ingresando en Chile desde el océano Pacífico, causará lluvias y viento de 90 kilómetros por hora.
El presidente Gabriel Boric, que se encuentra en el exterior, aseguró que no faltarán recursos para atender a todas las familias que se han visto afectadas. Numerosos damnificados fueron reubicados en albergues mientras que otros han hallado refugio en casa de familiares y amigos con temor a las próximas horas. Boric pidió "atender los llamados de evacuación y las alertas del Sistema de Alerta de Emergencias (SAE)", en la Cumbre de Innovación Chile y Alemania en la que participó en la ciudad alemana de Múnich durante el último día de su viaje a Alemania.
"La responsabilidad de que no tengamos víctimas fatales, de que las afectaciones sean las menores posibles, es compartida. Desde el Estado tenemos que cumplir nuestro rol, pero es importante que las familias y las personas que reciban alertas, cumplan las instrucciones de las autoridades", enfatizó el mandatario. "Esto es clave a la hora de salvar vidas", declaró Boric, quien afirmó que, pese a estar de gira por Europa, él ha estado en permanente contacto y coordinación con la ministra del Interior, Carolina Toha, y el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, tras decretar zona de catástrofe la totalidad de la región del Bio Bio.
"Y tengan la certeza de que recursos no van a faltar para poder atender las necesidades de la urgencia que se está viviendo. Hay un Estado desplegado, que está activo en el terreno y va a estar presente para atender las necesidades de la urgencia que se está viviendo", indicó el mandatario, en relación a las aproximadamente 400 familias que han tenido que ser desalojadas y reubicadas.
Además, recordó que, por el resguardo de todos, el Ministerio de Educación ha suspendido las clases para toda la región del Bio Bio y algunas comunas en la región del Maule, Ñuble, Araucanía y los ríos, "porque el sistema frontal va a ir avanzando hacia el norte, llegando incluso a la región metropolitana".
La ministra Toha se trasladó hasta este lugar para evaluar los daños. En el marco de la emergencia, explicó, las autoridades suspendieron las clases en la capital chilena y demás regiones afectadas y pidieron a la población limitar sus desplazamientos.
Tras más de quince años de sequía, Santiago de Chile es una de las capitales peor preparadas para la lluvia de Latinoamérica, lo que genera desalojos, desbordes, inundaciones urbanas, y un gran caos en el tráfico y la vida diaria. Pero no es la única ciudad afectada. En Viña del Mar, 110 kilómetros al este de Santiago, hay alerta por el posible colapso de un edificio de 12 pisos y 200 departamentos en el sector de Reñaca. Las lluvias del fin de semana provocaron un socavón de 15 metros de extensión y 30 metros de profundidad bajo el inmueble.