Rosalía Soledad Paniagua, la empleada doméstica acusada de matar al empresario Roberto Wolfenson en el country La Delfina de Pilar, quedó muy complicada tras conocerse que hallaron ADN de la detenida debajo de las uñas de la víctima. Los investigadores creen que Wolfenson arañó a la agresora mientras era ahorcado con un hilo, una tanza de pescar. La pericia sostiene que tres cabellos encontrados en la escena del crimen, ocurrido el 22 de febrero pasado, corresponden a Paniagua.
El juez de garantías Nicolás Ceballos había dictaminado a fines de abril la prisión preventiva para la acusada por robo calificado por el uso de arma utilizada en forma impropia en concurso real con homicidio criminis causae. Esto significa que asesinó al empresario para ocultar el ilícito de robo. "La aquí imputada, se apoderó ilegítimamente de un aparato celular, un parlante tipo bluetooth, un par de auriculares misma marca, un cuchillo de cocina, un candelabro de bronce macizo y un par de guantes de limpieza de color rojo, propiedad del nombrado Wolfenson", redactó el fiscal Germán Camafreitas en su acusación.
El ingeniero apareció asesinado en su casa ubicada dentro del country La Delfina. En principio el certificado de defunción señalaba que había muerto de forma natural, pero las pericias corroboraron que lo habían matado. Paniagua declaró y dio una insólita versión de los hechos. Señaló que el empresario tenía un amante y que él había sido quien lo asesinó. El fiscal consideró: "Una cosa es mentir para ejercer su derecho de defensa legalmente amparado; y otra cosa es mentir para desviar el curso de la investigación".