El cantante Gustavo Cordera pidió la probation para suspender el juicio en su contra por “incitación a la violencia colectiva”, luego de que fuera denunciado por sus dichos en una charla frente a alumnos de periodismo en la que afirmó que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo”. Ayer, en una audiencia realizada en la tribunales, se acordó que Cordera hiciera un curso sobre violencia de género en Uruguay, donde está viviendo, y brindara dos recitales gratuitos en la ciudad de Buenos Aires,que deben ser organizados junto al Colectivo Ni Una Menos, para concientizar sobre la violencia machista. La propuesta debe ser ahora aprobada por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. La inclusión del colectivo NUM en el pliego de condiciones generó malestar entre sus integrantes porque no fueron consultadas previamente por la fiscalía federal N° 7, a cargo de Ramiro González. Desde el Instituto Nacional de las Mujeres, que denunció al músico e inició la causa, expresaron su rechazo a la aplicación de la probation. En Bahía Blanca, donde Cordera tiene previsto dar un recital el próximo 17 de noviembre, organizaciones feministas están reclamando que lo suspenda, en repudio por sus expresiones. El 25 de noviembre, en el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, Cordera dará un show en Rosario. 

–¿Se le podría imponer que cambie las letras de canciones que justifican la violencia machista e incluso los femicidios? En la Argentinidad al palo, por ejemplo, dice: “Locati, Barreda, Monzón y Cordera también matan por amor” –le preguntó este diario al fiscal federal adjunto, Augusto Squillace.

–Ese punto no lo planteamos, pero el Colectivo Ni Una Menos podría proponérselo y que cante esas canciones modificadas en los recitales. 

–¿La fiscalía consultó al Colectivo Ni Una Menos sobre si está de acuerdo con coorganizar los recitales que debería dar Cordera como condición para la probation?

–No. Pensamos la inclusión del Colectivo Ni Una Menos para seguir difundiendo la causa contra la violencia de género. 

–El INAM expresó su oposición a la decisión de suspender el juicio. ¿Eso cambia la posibilidad de que se otorgue la probation?

–El denunciante no opina. El querellante (el Inadi) estaba notificado, pero no participó de la audiencia.

Hace pocos días la Sala I de la Cámara Federal confirmó el procesamiento del músico, sin prisión preventiva, y el embargo por 500 mil pesos que le había impuesto el juez Canicoba Corral. Ese fallo lo dejó al borde del juicio oral. Al hacer su descargo, Cordera alegó que usó la “provocación” para despertar interés en la charla, frente a alumnos de periodismo de la Escuela TEA-ARTE y pidió su sobreseimiento, lo que fue rechazado por el magistrado. Cordera dijo: “Hay mujeres que necesitan porque son histéricas y necesitan tener sexo, ser violadas porque lo necesitan y psicológicamente lo necesitan porque tienen culpa y porque no quieren tener sexo libremente. Necesitan y quieren jugar a eso, a mí no me gusta jugar a eso, pero hay gente que sí, hay tipos que si les gusta jugar a eso. Somos muy complejos los seres humanos”. Fue en agosto del año pasado. Sus palabras provocaron repudio generalizado. Y derivaron en una denuncia penal por parte del entonces Consejo Nacional de las Mujeres, que encabezaba Fabiana Tuñez. Se le imputa el delito de “incitación a la violencia colectiva”. Ayer, el organismo –hoy Instituto Nacional de las Mujeres– rechazó la suspensión del juicio a prueba. “Consideramos que esto no es reparatorio hacia el colectivo de mujeres, que no se reconoce la responsabilidad de los actos y además objetamos el hecho de que el curso se haga en Uruguay, cuando los hechos se cometieron en la Argentina”.

Al pedir la probation, la defensa de Cordera propuso como contrapartida, que el cantante cumpla con un curso sobre violencia de género en Uruguay y que de dos recitales, en los hospitales Garrahan y la ex Casa Cuna, a beneficio de ambas instituciones. El fiscal González aceptó la primera parte de la propuesta –consultará al Ministerio de Desarrollo Social y a una ONG de Montevideo qué tipo de cursos brindan para elegir a cuál debería ir– pero objetó la segunda: le impuso que los shows sean en lugar a convenir pero organizados en forma conjunta con el Colectivo Ni Una Menos y para difundir la problemática de la violencia machista. 

“La probation es una forma alternativa de resolver este tipo de conflicto. Me parece desproporcionado que se ponga en marcha la maquinaria del Derecho Penal por los dichos de Cordera. Pero ya que se inició la causa, una probation ofrece la oportunidad de que pueda reparar el daño que provocó con sus expresiones. Habría que analizar si es suficiente el curso y los recitales. O debería tener un costo económico, pagar una multa, por ejemplo, y que ese dinero sea destinado a espacios que asisten a víctimas de violencia de género. Y cambiar sus letras machistas o que justifican la violencia de género. Esa podría ser una solución razonable”, opinó, al ser consultada por este diario, la abogada Sabrina Cartabia, integrante de Red de Mujeres.