El historiador Felipe Pigna prepara para el próximo domingo en el Teatro Astros un show especial dedicado a Manuel Belgrano, en donde repasará de forma didáctica los años de formación de nuestro primer Gobierno patrio, que sentó las bases para el posterior desarrollo nacional.

Entrevistado por la 750, Pigna aportó algunos datos importantes y otros poco conocidos de la vida de Belgrano. Por ejemplo, recordó que el gran prócer argentino estudió en España en el mismo momento en el que acá estaba ocurriendo la revolución y que llegó al país con 24 años y “la idea de hacer muchísimos cambios”.

Estos cambios, explicó, no fueron sencillos. Sin embargo, Belgrano tenía muy en claro que en algún momento triunfarían. O, en palabras de Pigna: “Era gente muy joven y con mucho impulso. Era un tipo que no se dejaba vencer. Porque eran ideas que caían en la nada, pero sabía que podían tener un efecto. Era alguien que estaba haciendo lo correcto”.

Sobre su personalidad, contó que Belgrano “era un tipo de mucho carácter, muy decidido”.“Tenía que serlo para convencer a todo un pueblo, como el jujeño, de bajar y no decirles hasta dónde. Y cuando llega a Tucumán decirles que tenían que quedarse para presentar batalla”, justificó.

En relación a la parte sentimental del prócer argentino, Pigna aportó un dato de color: “Era enamoradizo, un hombre muy deseado por las damas. Una labia en estas tertulias, un tipo muy atrayente. Tuvo un gran amor prohibido durante ocho años, clandestino. Y cuando viene la revolución el marido de la amante se va a España, y pueden vivir pero no casarse”, relató.

Sobre este último punto, el reconocido divulgador amplió la historia, en una escena que, describió, parece sacada de Game Of Thrones: “Ella (María Josefa Ezcurra María Dolores Helguero y Liendo) lo acompaña en el norte. Queda embarazada y dan en adopción al niño”, contó.

Así es como se lo entregaron a una joven pareja que recién se casaba: Encarnación Ezcurra y Juan Manuel de Rosas. Años más tarde, fue el propio Rosas quien le dijo al hijo: ‘En algún momento te voy a contar quién es tu padre’. Y, más tarde: ‘Tu padre es Belgrano y vas a llevar también su apellido’”. Así es como el hijo fue renombrado Pedro Rosas y Belgrano.