En un barrio demorado –que podría ser el país- hay una escuela flotando entre el pasado y el presente. En el patio ya vacío -que podrían ser las calles- las quejas se han detenido. Ese es el marco de No descansa nunca, la nueva producción de Hijos de Roche, con dramaturgia y dirección de Romina Mazzadi Arro, y actuaciones de Paula García Jurado y Elizabet Cunsolo. A primera hora sonará el timbre y estarán todos arriba, mirando el cielo, mientras dos docentes destinadas "tareas diferentes" rememoran un tiempo que ya no es (A las 21, en Espacio Bravo.)