El presidente Mauricio Macri continuó con su gira en busca de inversiones en Nueva York y, por la noche, se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres. Luego de su ronda de reuniones con CEOs de empresas estadounidenses, habló ante el Council of Americas y advirtió que se está ocupando de “deshacerse del populismo” y del proteccionismo en la Argentina. “Los resultados que arrojaron las últimas elecciones legislativas expresan con plena claridad que estamos listos y dispuestos a realizar el esfuerzo que necesita la Argentina para volver a reconocer la importancia de la cultura del trabajo”, dijo Macri. El presidente fue condecorado con la Gold Insigne de Americas Society, en reconocimiento a sus “extraordinarios logros y liderazgo transformador en la Argentina y en todo el hemisferio”. El último presidente argentino que había recibido esa condecoración fue Carlos Saúl Menem.
La presidente y CEO de la entidad, Susan Segal, y el presidente emérito, William Rhodes, le entregaron la distinción durante el almuerzo en honor a Macri que el Council ofreció en su sede de Nueva York. “En tan sólo seis meses, su gobierno tuvo un profundo impacto en la Argentina y en los pueblos de las Américas”, valoraron. La misma condecoración la recibieron Fernando Henrique Cardoso en Brasil, Ricardo Lagos en Chile, Felipe Calderón en México y Juan Manuel Santos en Colombia, entre otros.
En su discurso ante el Council, Macri sostuvo que la Argentina busca “ser parte de la solución de los problemas globales en lugar de agregar problemas”. Entre los problemas, consideró que estaban “el populismo” y “el aislamiento”. Consideró que quienes lo precedieron en el Gobierno durante “más de un siglo en la Argentina” fueron “estafadores profesionales”. “Es necesario demostrar que podemos deshacernos del populismo, que es lo que estamos haciendo”, dijo.
Macri reiteró que busca tratados de libre comercio para “dinamizar al Mercosur” y que intenta unirse a “la Alianza del Pacífico”. En rigor, su proyecto de avanzar hacia un nuevo ALCA con la alianza transpacífico quedó enterrado cuando ganó Donald Trump, quien avanzó con barreras proteccionistas para Estados Unidos con productos argentinos como el biodiesel. “Hasta ahora no hemos logrado muchos avances pero estamos trabajando”, afirmó Macri sobre el comercio con Estados Unidos. Sostuvo que espera que se pueda avanzar con la exportación de limones (tema por el que Trump lo gastó en su último encuentro) y con la exportación de carne.
El presidente no dejó pasar la oportunidad ante un auditorio estadounidense para cuestionar a Venezuela y reclamar que “se restaure la democracia” en ese país. Ante el titular de la ONU, por la noche, pidió asistencia sanitaria para los venezolanos: “En Venezuela no existe el respeto a los derechos humanos”, remarcó Macri ante el titular de la ONU.
El mandatario volvió a buscar venderle la Argentina a los inversores: por eso, sostuvo que es valorable al “suministro de energía, especialmente renovables, o seguridad alimentaria”. “No sería muy inteligente si Estados Unidos, que ha sido el socio principal de Latinoamérica durante tantos años, dejara ese lugar a China o a Japón o a otras regiones”, les hizo un guiño geopolítico a los capitales estadounidenses que, hasta ahora, no le han respondido como él quería. “Este es el momento en que ustedes tienen que estar presentes, invirtiendo, para desarrollar la región y para asegurar que todo el continente sea estable y con perspectivas de futuro para vivir”, destacó.
El mismo discurso recibieron los empresarios con los que desayunó el presidente en un encuentro organizado por el Consejo Empresarial para el Entendimiento Internacional (BCIU). El presidente les advirtió que busca “poner fin al proteccionismo” para el ingreso de productos importados. Les habló de la ley de participación público-privada que permite la “ampliación de la participación del sector privado en las obras públicas”. Para todos estos cambios, Macri ponderó “el nivel de madurez de la sociedad después de vivir tantos años bajo un régimen populista”.