Con las cementeras funcionando a un 50 por ciento de su capacidad instalada y algunas canteras por debajo de ese número, la actividad minera de la provincia de Buenos Aires atraviesa una situación crítica. Así lo afirman desde la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) en Olavarría, el epicentro minero bonaerense. Desde la Provincia coinciden en la lectura y lanzaron un programa para fortalecer las gestiones municipales sobre una industria que padece severamente los efectos del parate de la obra pública nacional.

Bruno D’Amico es el tesorero de la seccional de AOMA en Olavarría. Es trabajador de Loma Negra, la firma más importante en la provisión de cemento en el país. “Hubo una caída del 35 por ciento en la producción entre las dos plantas que tiene Loma Negra en lo que va del año”, sostiene el dirigente en diálogo con Buenos Aires/12.

Ese porcentaje lo validan desde la Subsecretaría de Minería bonaerense. Su titular, Laura Delgado, remarca que, sólo en mayo, hubo un 32 por ciento menos de producción transportada en todo el universo minero provincial respecto al mismo mes del año pasado. Se trata de una caída que está por encima del año 2021 cuando la pandemia aún presentaba sus efectos.

Hoy no hay pandemia, pero Javier Milei decidió parar con la obra pública nacional y cortar el financiamiento a cerca de mil obras en la provincia de Buenos Aires. “Hay que entender que el 70 por ciento de la demanda que tiene el sector en la provincia provenía de la obra pública, por lo que con este freno la situación se volvió crítica”, apunta la funcionaria.

Al momento, afirma D’Amico, no se vive una oleada de despedidos, pero recuerda, tal como contó este medio, que en febrero ya hubo cierres de empresas locales vinculadas a la construcción. “En las últimas paritarias ya se habilitaron suspensiones y pagos de salarios no remunerativos, por lo que no sabemos si en julio ya no se vienen los despidos”, advierte.

Para tomar dimensión, según el Sistema Información Abierta a la Comunidad Sobre la Actividad Minera en la Argentina (Siacam), la provincia de Buenos Aires genera 4.655 empleos directos en minería. Es la cuarta provincia, ubicada sólo por detrás de Santa Cruz, Salta y San Juan, y representa el 11,4 por ciento de la totalidad de empleos directos del sector a nivel nacional.

Delgado hace hincapié en que por cada empleo directo registrado en el sector hay entre 1,5 y 2 que se desarrollan de manera indirecta. Se trata de los transportistas o servicios de mantenimientos y metalmecánica, por ejemplo. Este espectro es en el que D’Amico asegura que sí se observa una baja en los trabajadores.

La falsa destercerización

En AOMA reina la incertidumbre. Todos los índices con los que analizan el devenir de la actividad son negativos y, define D’Amico, ya se ve cómo la ola está cada vez más cerca tocar tierra. Para ello, toma como referencia a Talleres Mazzeo, una empresa del Parque Industrial de Olavarría que retiró a cinco trabajadores de los ocho que realizaban mantenimiento metalmecánico en la plata de Loma Negra.

“Hoy muchos trabajos que eran tercerizados los hacemos nosotros porque la crisis que hay redujo tanto la producción porque hay empleados ociosos”, cuenta el dirigente sindical.

Precisamente, él es mecánico metalúrgico y conoce el padecer de su oficio en los años noventa. En aquel tiempo se produjo una fuerte tercerización de los servicios que antes se prestaban con trabajadores sindicalizados en la cementera. Se abarataron costos echando mano de obra calificada que, con las indemnizaciones, montaban talleres que luego eran contratados nuevamente por Loma Negra.

Con la cuota de humor que la situación amerita, D’Amico dice que hoy se vive una “destercerización por las malas” ya que no es producto de la formalización de los trabajadores, sino que está atada a un desplome de la producción que lleva a la empresa a limitar la contratación de aquellos servicios que puede suplantar con sus propios trabajadores que están con menos tareas. Aquí reside la otra preocupación del sindicato: el interrogante sobre el momento en que algunos trabajadores “sobren” si los números no repuntan.

Esta interacción entre la minería y las PyMEs es fluida y por eso crece la preocupación solidaria de los trabajadores. Así lo manifestó recientemente el titular de AOMA a nivel nacional, Héctor Laplace en la última Expo San Juan Minera, en una férrea crítica al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). “Me da miedo que tengamos la posibilidad de crecimiento de la minería pero que se caigan un montón de puestos de trabajo”, indicó.

“Queremos una inversión externa, pero también queremos que tengamos la posibilidad de seguir creciendo a partir de nuestras pymes, que son nuestras, de nuestros proveedores y permitir que la industria nacional crezca”, resaltó Laplace. Incluso, ejemplificó su postura con los despidos en una fábrica de neumáticos: “Si la minería va a traer neumáticos de afuera y camionetas de afuera, y si traen todo lo que implique para la actividad minera del exterior se nos van a caer las pymes”.

Trabajadores mineros en las salinas de Patagones. 

Con este marco, D’Amico explica a este medio que el avance de las políticas de Milei deteriora al sector minero tanto por el freno a la obra pública como a la privada. Lo privado, al día de hoy, no compensó lo que abandonó el Estado.

El dirigente pone la situación en términos de camiones de cemento despachados. De cada cien, el promedio histórico es que cincuenta o cincuenta y cinco se destinen a la obra pública y el resto a la privada. En los últimos meses, afirma D’Amico, lo que eran cien camiones despachados hoy son menos de cincuenta, con diez que se van a la obra pública y alrededor de 30 o 35 a la obra privada.

Hoy tiene sus esperanzas en que la provincia de Buenos Aires reactive algunas obras o tome la posta de aquellas que la Nación dejó a la deriva. Se hace eco de los últimos anuncios de Axel Kicillof y del ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, que están estudiando alternativas de financiamiento mientras continúan los reclamos de los fondos retenidos “ilegalmente” por el Gobierno nacional.

Fortalecer la minería bonaerense

Según los datos de la Subsecretaría de Minería de la Provincia, que depende del Ministerio de Producción, hoy son 46 los municipios bonaerenses que desarrollan alguna actividad minera. En diciembre eran 53.

El corazón de la producción del sector está en el centro de la provincia. Olavarría pica en punta, con Azul, Benito Juárez y Tandil en la misma línea. También hay distritos costeros que, si bien la gestión de la actividad es provincial, practican la extracción de arenas de ríos y playas. 

En todos los casos se trata de un extractivismo que se encuadra en la segunda y tercera categoría de la minería. Esto significa que no es metalífera. Es decir, no se obtienen metales como el oro, la plata o el cobre que amerita una intervención de los recursos naturales mediante procesos químicos. Lo que se extraen son, por sobre todo, “rocas de aplicación” destinadas a la construcción. Granito, canto rodado, arenas, tosca y arcillas componen el listado de materiales que se obtienen del suelo bonaerense. También está la caliza, el principal componente del cemento.

Delgado, geóloga y docente, está al frente del área que comanda las políticas públicas sobre la minería bonaerenses. Ya integró el área durante la primera gestión de Kicillof y desde aquellos años trabaja en la búsqueda de fortalecer el ida y vuelta con los municipios y, al mismo tiempo, consolidar la ingeniería administrativa local para potenciar las intendencias de cara a mejorar el abordaje de la minería.

Por este motivo se lanzó el programa La Minería en tu Municipio. Delgado explica que no todos los municipios con actividad minera cuentan con un área específica en su organigrama que se aboque al tema. A esto, le suma la “mala prensa” que suele tener la minería.

“Es necesario facilitar herramientas, información, asesoramiento técnico y legal tanto a las autoridades municipales como a los productores mineros”, detalla la funcionaria.

Con la firma del programa, el siguiente paso es rubricar una serie de convenios con los intendentes. Hoy están a la espera de firmarlo, entre otros, Olavarría, Patagones, Azul, La Costa y Castelli.

Laura Delgado, Subsecretaria de Minería bonaerense.

De esta manera se avanzará con la presencia territorial de la subsecretaría. Se acercarán programas de capacitación, asistencia técnica y acompañamiento entre los que se destaca Minería en el nivel primario y secundario. Se busca que chicos y chicas, así como sus familias, distingan la presencia de la minería en su vida cotidiana, como lo es la construcción, la industria química o la farmacéutica.

En relación a la cuestión de imagen que suele primar sobre la actividad, resalta la labor conjunta con el Ministerio de Ambiente de la provincia para fiscalizar y otorgar las autorizaciones para iniciar labores de extracción. Este trabajo se sustenta en el registro de productores mineros. Para ser parte se debe presentar la factibilidad técnica del proyecto, la cual debe ser aprobado por la Subsecretaría de Minería provincial.

Pero para ejercer la actividad es necesario obtener la aprobación del informe del impacto ambiental. Este lo evalúa la subsecretaría, indica Delgado, pero se gira a Ambiente. Una vez aprobado por ambos organismos se realiza una declaración sustentada en el trabajo de una mesa técnica entre ambos ministerios.

Este avance de la provincia, asume Delgado, va en sintonía con la búsqueda del gobernador Axel Kicillof de sostener la obra pública bonaerense y municipal.

En los últimos días, precisamente, Kicillof presentó un reclamo formal ante el Ministerio de Economía de la Nación junto a un colectivo de intendentes para solicitar que, entre otras deudas, se salden los casi 4 billones y medio de pesos que el gobierno de Milei se negó a transferir para terminar obras públicas en municipios bonaerenses.