Sol María Goyenechea no llegó a los 30 años. Tampoco alcanzó a despedirse de su hija de ocho ni de su familia. Ni pudo volver a Argentina desde Brasil, en donde estaba de paso junto a su novio.
La mañana del sábado 8 de junio, un ciclista que pedaleaba por el paso fronterizo entre ambos países en la ciudad de Uruguayana, se encontró con su cuerpo sin vida, brutalmente golpeado y con los pantalones bajos. La policía brasileña detuvo este jueves a un primer sospechoso, aunque la investigación recién comienza.
En su última llamada en la que Sol María habló con su papá, le dijo que en unos días ya estaría volviendo a Córdoba, donde vivía. Ella había estado paseando un poco por el pueblo fronterizo, que en general es muy tranquilo, e hizo unas compras de materiales y piedras que usaba para trabajar. También tenía preparada una bolsa llena de regalos con los que iba a sorprender a su hija al reencontrarse con ella, que en ese momento se estaba quedándose con su padre.
El hallazgo
Aquel sábado, alrededor de las ocho de la mañana, ella y su novio tomaron caminos distintos porque él tenía que trabajar. Una hora más tarde, el hombre que iba en bicicleta por la Ruta 290, al límite con Paso de los Libres en Brasil, advirtió al teléfono de emergencias sobre el hallazgo del cuerpo.
El domingo 9 el novio se puso en contacto con el padre de Sol María para contarle lo que había sucedido. El lunes la familia hizo todos los trámites para, finalmente, poder cruzar a Brasil el martes. El jueves, su padre y su tío, junto a otros familiares que pudieron viajar, tuvieron que enterrarla en el cementerio local de Uruguayana porque el consulado les negó la repatriación del cuerpo.
La razón que les dieron para no ayudarlos es que Sol María es de nacionalidad paraguaya porque ciertamente nació allá cuando sus padres, una familia de viajeros, se encontraban de paso en el país: no tuvieron en consideración que la mujer residió toda su vida en Córdoba.
El pedido de la familia
"Solo pedimos que una argentina vuelva a Argentina. Estamos en otro país, donde se habla otro idioma, sin ningún tipo de ayuda o consuelo, es muy difícil. El consulado tendría que estar más presente, aunque sea con los padres de la víctima. Si no quieren hacerse cargo del traslado, por lo menos que nos ayude con los papeles de la repatriación. Los necesitamos", expresó en diálogo con Página/12 Hernán Goyenechea, tío de la joven.
Por la noche, luego del entierro, la policía detuvo a un primer sospechoso del crimen. El hombre, de entre 35 y 40 años, tiene antecedentes penales por violación y cumplió condena en 2015. Por el momento, el detenido no quiso colaborar para que pudieran tomarle muestras de ADN.
La familia no pudo ver al acusado personalmente sino por una foto: les llamó la atención que el sospechoso no tuviese heridas o marcas en la cara, cuando la autopsia indica que Sol María se habría defendido insistentemente, ya que para lograr matarla tuvieron que darle un golpe en la cabeza.
Hasta ahora, los investigadores no pueden asegurar que se haya perpetrado una violación. "Ellos aseguran que él tuvo algo que ver y nos dicen que esperemos un poco más, que esto se va a esclarecer. Eso nos dicen desde el primer día. Y nosotros estamos confiando", comenta el tío.
Las sospechas
A pesar de esto, la familia tiene sus propias sospechas. Antes del viaje, la hija de ocho años le expresó a su madre que había sufrido algunas situaciones de violencia verbal por parte del novio de Sol María, que no habían llegado a la violencia física.
Por otro lado, señalan el hecho de que la primera esposa del hombre se había ahorcado, pero que ese suicidio no quedó completamente resuelto.
Sumado a todo esto, a la familia de Sol María le preocupa algo más. En una oportunidad, el papá de su hija se puso en contacto con los padres del novio, quienes le dijeron que tenían que "sacar a esa bestia de la casa", haciendo referencia a su propio hijo.
"La policía está trabajando a pleno día y noche. Hasta ahora no lo identifican (al novio) como parte del crimen, pero no descartan nada. Ojalá que la Justicia pueda determinar si él tuvo algo que ver o no en el caso, aunque para nosotros él la puso en ese peligro", afirmó el tío. Y agregó: "Mas allá de que él no la haya matado, la dejó sola en un lugar muy peligroso. Entonces, tenía la responsabilidad de estar con ella".
Informe: Carla Spinelli