Las 35 personas detenidas durante la movilización por la Ley Bases continúan privadas de su libertad. Muchas de ellas son estudiantes de difrentes universidades bonaerenses que se manifestaban pacíficamente. El testimonio de los familiares y amigos dan cuenta de la preocupación y tenacidad.

La Justicia de la Ciudad declinó su competencia y existe la posibilidad de que les imputen delitos federales. El fiscal Carlos Stornelli acusó a los detenidos, los imputó y pidió para ellos la prisión preventiva.

Nicolas Mayorga es estudiante de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y miembro de la asamblea de vecinos de ese partido. Su esposa Melisa, comenta cómo fue su detención: “Habíamos ido juntos, pero yo me fui antes porque tenemos un hijo. Sus compañeros de asamblea me dijeron que alrededor de las 18 horas los empiezan a desplazar del congreso con los escudos y ahí comienza la cacería, corriéndolos con motos y balas de goma hasta la 9 de julio. Ahí una moto lo intercepta y le pegan dos balazos de goma en la pierna. Ellos no estaban haciendo nada, solo manifestándose. No tenían la cara tapada, no tiraban piedras, no incendiaron nada. Solo estaban en contra de esta ley tan dañina para el pueblo argentino”.

En una conferencia de prensa que tuvo lugar durante el viernes, varias madres y amigos de los detenidos intentaron esquivar la angustia y continuar el relato sobre cómo se llevaron a sus compañeros. Luciano Cayrus es del Centro de Estudiantes de Ciencia y Tecnología de la Unsam. Hay tres detenidos que son sus compañeros, Sasha Lyardet, Camila Juarez y Nicolás Mayorga. Cuenta que estuvo en la manifestación y casi lo llevan detenido también a él. "Fue realmente una persecución, estábamos desconcentrando por la 9 de Julio, caminando por las veredas cuando apareció la policía", dice y agrega: "Nuestros compañeros no solo están siendo acusados de manera arbitraria sino que también los tratan de terroristas y golpistas". 

"Es una tergiversación; éramos todos estudiantes y trabajadores manifestándose de forma pacífica en contra de una ley que nos va a hundir”, dice Lucas mientras sus amigas lo acompañan.

Brian Ortiz tiene 27 años, es estudiante de segundo año de la Carrera de Historia del profesorado de Historia de Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) N°1 Avellaneda "Abuelas de Plaza de Mayo". Trabaja cantando rap en los trenes. Es miembro del centro de estudiantes de la institución, cuenta una de sus docentes. "Es un buen compañero, querido por todos y muy activo en la vida institucional. Además formó parte de la elaboración de un bello mural sobre Rodolfo Kusch, y un mural sobre mujeres en 2023, aquí mismo en el Instituto”, agrega. 

Varios de los detenidos fueron trasladados de comisarías a las unidades penales de Marcos Paz y Ezeiza, bajo los cargos de “sedición”. Entre los acusados se encuentran una familia de un abuelo, su hija y nieta que vendían empanadas, estudiantes que reclamaban de forma pacífica y una mujer de 59 años que grababa las mismas detenciones.

Yanina Aricuri es compañera de Camila, una de las detenidas, en la carrera de sociología y consejera de la escuela Escuela Interdisciplinaria de Alto Estudios Sociales (Idaes). “Nos enteramos ayer que estaba detenida, fuimos compartiendo la información que teníamos entre todos los compañeros y rápidamente nos convocamos dónde estaba ella en la unidad de género. Fue apresada de manera irregular y sin pruebas. Pasó la noche en un camión celular esposada”, cuenta. 

Camila fue trasladada cerca de las ocho de la mañana a Comodoro Py, donde luego  familiares, amigos y organizaciones de derechos humanos movilizaron para reclamar por la liberación de los detenidos.