El Banco Central subió ayer la tasa de interés de referencia de 27,75 a 28,75 por ciento. La autoridad monetaria revisa una vez por mes esta tasa y, al igual que hizo en octubre, cuando la incrementó en 1,5 puntos porcentuales, volvió a ajustarla. Los técnicos de la entidad justificaron la decisión a partir de la inflación, que se ubica por encima de los niveles deseados por la autoridad monetaria. “Las expectativas de inflación para final de 2017 aumentaron respecto del mes anterior de 22 a 23 por ciento. La inflación esperada a 12 meses subió de 16,9 a 17,3 por ciento, mientras que se espera un aumento en el nivel general de precios de 16,0 por ciento para 2018. Las expectativas se mantienen por encima de las metas para 2018 (12 por ciento)”, aseguró la entidad.
Resulta una tarea interesante ver cómo fue evolucionando la tasa a lo largo de los últimos meses. En enero de este año era de 24,75 por ciento, en abril pasó a 26,25 por ciento, en octubre se elevó a 27,75 por ciento y en noviembre volvió a subir a 28,75 por ciento. El Central no dudo en subir las tasas todo este año y asegurar que es un requisito imprescindible para cumplir con el objetivo inflacionario. Pero no fue una estrategia exitosa. La meta de inflación para 2017 era de 17 por ciento, una cifra que este año será superada en más de cinco puntos porcentuales. La autoridad monetaria, sin embargo, continúa con la misma lógica de política monetaria y ahora apuesta a que en 2018 haya una inflación del 12 por ciento.
El efecto de la suba de la tasa de interés, si bien no frena el proceso inflacionario, es una de las claves para mantener bajo control el tipo de cambio y continuar apreciando la paridad cambiaria. El dólar no tiene margen para subir mientras se garanticen elevados rendimientos en pesos. La tasa de referencia que el Central subió ayer tiene impacto en el interés que pagan las Lebac. Esta semana el rendimiento de las letras seguramente se ubicará en torno al 29 por ciento y potenciará el proceso de bicicleta financiera que se volvió a acelerar a partir de septiembre.
En el último informe de balance cambiario del Central se precisó que hubo un record de ingresos de capitales especulativos para ingresar a negocios financieros como las Lebac, al tiempo que la bolsa registró un alza de más del 40 por ciento en moneda dura en lo que va de este año. El presidente de la autoridad monetaria dio a entender ayer que habrá una menor compra de dólares de la deuda externa al Tesoro y que parte de esas divisas irán al mercado cambiaria, lo que tendrá aún más efecto en apreciar el dólar en términos reales (ver aparte).
En el Central indicaron que octubre mostró una inflación algo menor a septiembre y la idea es subir las tasas para reforzar el fenómeno. “Los indicadores de alta frecuencia monitoreados por el Banco Central muestran desde octubre una menor inflación. Estos datos sugieren que la inflación núcleo ha retomado su dinámica descendente, aunque todavía se encuentra por encima del nivel buscado”, indicó. Agregó que “la autoridad monetaria procurará acentuar la baja inflacionaria y minimizar el impacto de los próximos aumentos de precios regulados. Para ello decidió subir en 100 puntos básicos su tasa de interés de referencia y potenciar el sesgo contractivo de la política monetaria para apuntar a moderar la inflación núcleo”.
La suba de los combustibles es otro de los elementos que potenciará el proceso inflacionario antes de fin de año, debido a que se desreguló la cotización de la nafta en el mercado interno y ahora depende de lo que ocurra con el precio internacional del petróleo, el cual viene subiendo fuerte las últimas semanas. El barril de crudo se acercó a los 60 dólares este mes y las perspectivas es que siga en incremento. El efecto de la estacionalidad sobre los precios minoristas a fin de año es otro factor que aceleraría la inflación en diciembre. Precios más altos, dólar más barato y fuerte ingreso de capitales especulativos: un combo que algunos analistas consideran explosivo.