El Ejército israelí vivió este sábado su jornada más mortífera en la Franja de Gaza desde enero, con ocho soldados muertos en una gran explosión cuando se encontraban en un vehículo blindado en Rafah. Tras el hecho, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió en la necesidad de seguir combatiendo en el enclave, sosteniendo que no hay alternativa a la victoria en la guerra.
Entre los ocho fallecidos se encontraba el capitán Wassem Mahmoud (23 años), subcomandante del Batallón de Ingeniería 601 del Ejército israelí, mientras que los nombres del resto aún no trascendieron, si bien sus familias fueron informadas de lo ocurrido, según informó un comunicado castrense.
La explicación del Ejército israelí apunta a que la explosión de una bomba alcanzó al vehículo, que iba cargado con material explosivo, provocando que este también estallara y desencadenando una gran detonación. "Se supone que todo esto no debe ocurrir y por ello se está examinando el incidente", indicó el Ejército en su comunicado.
Las Brigadas al Qasam, brazo armado del grupo islamista Hamas, se atribuyeron el ataque. "En la mañana del Día de Arafah (una fecha importante del calendario musulmán), nuestros luchadores ejecutaron una compleja emboscada contra vehículos enemigos que avanzaban por el barrio saudí de Tal al Sultan, al oeste de Rafah", anunciaron en un comunicado.
"No hay alternativa a la victoria"
Fue el día con más muertos entre las tropas israelíes en Gaza desde el pasado 22 de enero, cuando el derrumbe de dos edificios acabó con la vida de 21 soldados en la Franja. Para mostrar sus condolencias por la muerte de ocho soldados Netanyahu, se expresó en un video grabado. "Este enemigo monstruoso no pretende detenerse aquí. Junto al resto del malvado eje del mal de Irán, seguirá intentando destruirnos, por lo que no hay alternativa a la victoria", afirmó.
Bajo esta premisa, Netanyahu reivindicó una vez más lograr los objetivos de guerra de Israel frente al alto el fuego: destruir las capacidades militares y gubernamentales de Hamas, rescatar a los rehenes, asegurar que Gaza no es una amenaza para el país y que los residentes evacuados puedan volver a sus casas, tanto en el norte, junto a la frontera con el Líbano, como en el sur. "Nos esperan muchos más retos", aseguró el líder israelí. "Luchamos para asegurar nuestra existencia y nuestro futuro, luchamos para traer de vuelta a nuestros rehenes", sostuvo.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, compartió sus condolencias en la red social X. "Me entristecí profundamente cuando, en las primeras horas de la mañana, recibí la difícil noticia sobre la muerte de ocho soldados de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) en la batalla de Rafah. El dolor es grande, mi corazón y mis pensamientos están con sus familias", expresó. "Inclino mi cabeza junto con todo el pueblo de Israel en memoria de los héroes que cayeron en defensa del pueblo y de la tierra. Que en paz descansen", añadió.
Rafah se ha convertido en uno de los núcleos de la ofensiva israelí en la Franja, y en la fuente de la mayoría de sus bajas desde que las fuerzas armadas entraron en la ciudad el pasado 6 de mayo. En total, 307 soldados murieron en Gaza desde que comenzó la operación terrestre en el enclave, y al menos otros 1.500 resultaron heridos, según el propio Ejército. Son más de 620 muertos si se tiene en cuenta el ataque de Hamas del 7 de octubre. Del lado palestino, 37.296 personas perdieron la vida desde que comenzó el conflicto bélico, mientras que 85.197 resultaron heridas, siendo un 70% de todas ellas mujeres y niños, según el último balance del Ministerio de Sanidad gazatí.
Bombardeos e incursiones
Más allá de la muerte de los ocho soldados, los bombardeos israelíes en el centro, este y oeste de Rafah no cesaron, siguiendo la declaración de intenciones del viernes por parte del comandante del Comando Sur del Ejército, Yaron Finkelman, quien señaló que los soldados seguirían avanzando en la ciudad hasta lograr todos sus objetivos.
El otro foco de la ofensiva israelí fue Ciudad de Gaza, en el norte, donde 19 personas murieron y al menos otros 50 resultaron heridos en incursiones de drones de Israel que atacaron tres casas en los barrios de Shujaiya y Tuffah, indicó la agencia de noticias palestinas WAFA. Además, las tropas mantuvieron incursiones terrestres y combates en Beit Hanoun, al sur de la capital; las zonas orientales de Deir al Balah, donde miles de gazatíes se refugiaron tras la entrada del Ejército en Rafah; o el noreste de Jan Yunis, al sur del territorio palestino.
