En la Rambla de Montevideo, una ciudad vibrante y llena de historia, se encuentra uno de los monumentos más emblemáticos de la capital uruguaya: el Monumento a Yemanjá. Esta obra, creada por el reconocido escultor Ulrico Habegger, rinde homenaje a la diosa del mar.
El Monumento a Yemanjá es una impresionante escultura que se yergue en la playa Ramírez, uno de los puntos costeros más frecuentados de Montevideo. La figura de Yemanjá, con su característica postura serena y majestuosa, parece emerger del agua, mirando hacia el horizonte como una protectora eterna de los pescadores y marineros.
Más allá de su valor artístico, el Monumento a Yemanjá se ha convertido en un importante sitio de encuentro y devoción para la comunidad afrodescendiente de Montevideo. Cada 2 de febrero, miles de personas se congregan en la playa Ramírez para celebrar el día de Yemanjá, llevando ofrendas y realizando ceremonias que buscan la protección y la bendición de la diosa.
El monumento también es un atractivo turístico, que invita a locales y visitantes a reflexionar sobre la diversidad cultural y la riqueza espiritual de Uruguay. La combinación de arte, historia y religión que ofrece este lugar lo convierte en una parada obligatoria para quienes desean conocer más sobre el alma de Montevideo.
El Monumento a Yemanjá es un punto de conexión espiritual y un recordatorio del poder y la belleza del mar. Originalmente tenía cuatro placas de mármol con poesías, actualmente una de ellas permanece intacta, mostrando una oración a Yemanjá en Yoruba. Este detalle es un símbolo que destaca como la herencia cultural afrodescendiente forma parte de la identidad rioplatense.