El físico nuclear Jaled Abushab, ex decano en una universidad de Gaza y doctor por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), denunció en España la situación catastrófica que atraviesa la población de ese enclave palestino. "Las universidades fueron destruidas y hay 100 mil estudiantes en las calles sin recibir educación", sin contar a los más de cuatro mil alumnos y profesores muertos en todo el sistema educativo en los bombardeos, detalló Abushab.
"No hay sitio seguro en Gaza, no hay adónde huir", según este profesor que pudo venir a Madrid desde Egipto gracias a sus vínculos con la Complutense, donde obtuvo el grado de doctor en Física Nuclear en el año 2013. Sus amigos de la Facultad de Física de la UCM le consiguieron una ayuda temporal como docente visitante y, desde hace 15 días, lo hospeda en su casa una profesora de esa facultad.
"Mi universidad, Al-Azhar, es una de las siete universidades de Gaza y una de las más grandes, con 15 mil estudiantes. Todas fueron total o parcialmente destruidas. Teníamos dos campus, uno está totalmente arrasado y también el nuevo, que estaba en construcción", relató a la agencia EFE después de intervenir en una protesta por Palestina el viernes en la Universidad Politécnica de Madrid.
"Estoy tratando de pedir protección humanitaria en España pero no consigo cita para la solicitud de asilo, no hay agenda abierta en la web", explicó el doctor Abushab junto a la profesora Ana Negredo, de la Facultad de Física, para quien "en situaciones como ésta, desde la administración deberían activar procesos de urgencia" que permitan iniciar las solicitudes.
Sobrevivir en Gaza
Abushab fue decano en cuatro ocasiones en su universidad en la última década. En 2014-2017 ocupó un decanato de la Facultad de Ciencias Médicas como especialista "en física nuclear aplicada a la medicina", y también fue decano de Estudiantes y Admisión. "Mi historia es igual a la de muchos gazatíes, he perdido a 30 familiares, entre ellos mi hermana y sus cuatro hijos, nuestras casas fueron arrasadas", agregó el profesor oriundo de Jan Yunis.
Frente a una pancarta con la cifra de más de cuatro mil profesores y estudiantes muertos en todo el sistema educativo desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre, Abushab explicó cómo tuvo que "cambiar de lugar hasta en cinco ocasiones con la familia, viviendo bajo tiendas que a veces solo son un plástico y en sitios sin luz, sin agua ni baño".
Aunque algunos docentes gazatíes intentaron seguir dando clases virtuales, es casi imposible porque "apenas hay Internet, ni siquiera electricidad", indicó el profesor al que le gustaría establecerse en España con su familia: "Nuestra vida tiene que continuar" y los docentes y estudiantes que consiguen salir de allí buscan "seguir con sus carreras".
Abushab no descarta volver a Gaza cuando se pueda empezar a reconstruir, pero en las universidades de la Franja "la reconstrucción no será desde cero, sino desde menos uno". En la Franja "no hay espacio para la felicidad, solo se piensa en sobrevivir cada día, conseguir comida para cada día. Éste es nuestro trauma diario", explicó tras vivir siete meses bajo la ofensiva israelí.