La música, la danza, la performance, el teatro. Todas estas formas tienen lugar en "Materia efímera", ciclo de "artes vivas" que por segundo año consecutivo presenta Fundación Cazadores y que se propone explorar los límites entre disciplinas y entrelazarlas en "materiales escénicos polifacéticos". En esta ocasión el curador es Emilio García Wehbi, quien convocó a Nora Lezano, Carla Crespo y los colectivos integrados por Florencia Bergallo, Natalia di Cienzo, Victoria Roland y Julieta Ascar; Laura Kalauz y Mariana Eva Pérez; y Nicolás Licera Vidal y Sofia Kauer a ser parte de la segunda edición de la propuesta. Se realizará desde este miércoles al 14 de julio en Villarroel 1440 e incluye charlas con el público.
"'Materia efímera' surge como un ciclo de artes vivas, y en mi visión curatorial la idea tiene que ver con reflexionar sobre ellas y expandir su campo lo más posible tomando el espacio escénico como un núcleo de dispersión", comenta a Página/12 el dramaturgo y director. "Llamé a artistas de diferentes disciplinas, y cada uno de los cinco proyectos convocados tiene que ver con una escena absolutamente expandida. La idea es expandir el campo de las artes vivas para ver hasta dónde se puede tensar, y que siga permaneciendo dentro de lo que llamamos artes vivas, que incluye danza, teatro, performance y todo ese tipo de experiencias donde el cuerpo está presente y se expone frente a una audiencia que, al mismo tiempo, está presente", completa García Wehbi.
La curaduría de la primera edición fue del equipo de Cazadores. Daniel Levin Frieder, director institucional de la Fundación, cuenta sobre el origen del ciclo: "Sentíamos que, más allá de los programas de desarrollo en Cazadores, como Impulso e Instalar Danza, para las artes vivas había pocas posibilidades de habitar la sala Imán. Quisimos generar un ciclo que explore esas posibilidades y que tanto la presencia de lo musical como el vínculo con el público sean distintos a lo que veníamos proponiendo". La directora de Cazadores, Viviana Romay, aporta: “Nuestros programas en general están más bien enfocados en la formación. Queríamos generar un espacio para artistas con más trayectoria".
El rol de curador de un ciclo de estas características es indicado para García Wehbi, creador habituado al cruce de disciplinas en sus propias puestas. "El teatro es per se un campo expandido. No es un arte puro como pueden ser la música o la pintura", dice. "Es, por naturaleza, un campo artístico que se compone de subdisciplinas, donde lo visual, lo sonoro, lo kinético, lo literario, lo físico cumplen una función esencial. Entonces, negar alguna de esas funciones -como lo ha hecho el teatro más tradicional- es perderse la oportunidad de construir una dramaturgia completa que se nutre de diferentes dramaturgias que permiten hacer un entramado para construir una que debe ser reconstruida por el espectador."
Las obras
desINVENTARIO, de Nora Lezano, es, en palabras del curador, "una performance con material personal y de archivo". La sinopsis la define como una "despedida de un pasado intenso, voraz, fascinante y tormentoso", en la que la fotógrafa abre su archivo, compuesto de retazos de su vida y obra. Entre ellos se encuentran sus mejores fotos profesionales y personales, vestigios de su primera infancia, cartas de novios de la adolescencia, remeras escritas, dibujos tridimensionales, diarios íntimos, cassetes de audios de contestador telefónico, obras de otros artistas realizadas para ella. Por supuesto, cobra protagonismo el universo del rock, con listas de temas, autógrafos, credenciales, dibujos y retratos de músicos de la escena nacional e internacional.
Otra propuesta es la reconocida Antivisita. Formas de entrar y salir de la ESMA, de Mariana Eva Pérez y Laura Kalauz, visita guiada experimental al actual Museo Sitio de Memoria ESMA que tiene la particularidad de suceder en otro espacio físico. "Toma la forma de un recorrido arbitrario, un desvío que presta atención a la dimensión espectral de la desaparición forzada, propiciando el diálogo y convivencia con los fantasmas en el marco de una experiencia performática", plantea la sinopsis.
El terrorismo de Estado como tema también estará presente en Concierto sobre Cadáveres, de Carla Crespo. Es un monólogo verbal y musical, una apropiación libre y un homenaje "extraoficial" al emblemático poema "Cadáveres", de Néstor Perlonguer, escrito en un micro con destino a San Pablo en 1981, cuando el autor escapaba de la persecución sufrida en el país.
En Todos los comienzos son falsos, las actrices Florencia Bergallo, Natalia di Cienzo, Victoria Roland y Julieta Ascar revisitan el archivo de la obra Bacantes XXI, que hicieron en 2001: "lo desarman, lo reordenan, lo descuartizan y lo someten al presente, a una interpelación con otras miradas y nuevas intertextualidades para crear un dispositivo sonoro, audiovisual y performático que le aporte nuevos sentidos a aquello que fue un vector de intuición y convicción".
Por último, Desierto, de Sofía Kauer y Nicolás Licera, reúne en escena a un performer y una materia de 35 kilos de harina y 35 litros de agua, que se transforma, en vivo, en un volumen de su propio peso. La pieza propone una "experiencia procesual de transformación corporal/material, en la que el desarrollo de la acción despierta la imaginación de los observadores hacia derivas que involucran los límites de lo humano, el cuerpo, la soledad, el paisaje, la presencia de lxs otrxs y la realidad de la materia". Fue concebida y desarrollada en Cazadores como parte del programa Impulso, en 2023.
Consultado por cómo la temática de la memoria atraviesa las producciones, García Wehbi responde: "Subyace. Hubo una búsqueda en relación a eso y que tiene que ver con el contexto político en que vivimos y con la reaparición de diferentes formas de la memoria: una memoria personal, colectiva, social que está dando vueltas. La convocatoria tenía que ver un poco con eso, pero de manera subterránea".
*La información sobre días y horarios de las funciones se encuentra en la página web de Fundación Cazadores.