Las apuestas en plataformas virtuales crecieron exponencialmente por la pandemia. Por eso, en la provincia de Buenos Aires el trabajo está abocado a combatir los sitios ilegales. La razón es clara: según los indicadores del Instituto Provincial de Loterías y Casinos, el 80 por ciento del juego online se realiza desde esas plataformas. Esta, aseguran, es la puerta de ingreso de los menores de edad al circuito de apuestas. Para ponerle un freno advierten que es fundamental el aporte de un actor que, al día de hoy, no acompaña: el Gobierno nacional.
Al frente del Instituto (IPLyC) está Gonzalo Atanasof. En diálogo con Buenos Aires/12, recuerda que, semanas atrás, el vocero presidencial, Manuel Adorni, fue consultado sobre el crecimiento de las apuestas en menores de edad durante una conferencia de prensa y respondió que, para la Nación, el tema no está en agenda.
Asegura que desde la Asociación de Loterías, Casinos y Quinielas de la Argentina (ALEA) mantuvieron reuniones con autoridades del Banco Central y el Enacom, pero no hubo mayores avances. "Es el debate vigente sobre la necesidad de la presencia y la regulación del Estado", apuntan desde el Instituto provincial.
El señalamiento no es político ni caprichoso. La importancia en el rol del Gobierno nacional radica en que la enorme mayoría de los sitios ilegales están radicados en el exterior, como Malta o Curazao. Por ende, cuando la Provincia acciona judicialmente, se encuentra con una barrera de índole jurisdiccional que le imposibilita avanzar. Incluso, advierte, hoy ni siquiera se pueden concretar medidas cautelares que suspendan las plataformas mientras se desarrolla la investigación tras una denuncia.
Más allá de los inconvenientes, el presidente del IPLyC detalla que llevan denunciados 92 sitios ilegales. Estima que hay alrededor de 254 operando. Pero repite la importancia de que la Cancillería, la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación y los entes que regulan el tráfico de internet se involucren de manera concreta para evitar el crecimiento de la ilegalidad y bloquear el ingresos de esos sitios a nuestro país.
En este sentido, remarca que hay solo siete licencias para la explotación del juego on line en la Provincia que están operativas en seis plataformas: Bplay, Betwarrior, Betsson, Bet365, Betano y SportsBet. Todas tienen una misma terminación para sus sitios: ‘.bet.ar’. Es decir, todas las páginas de juego que no cuenten con esta extensión son ilegales.
¿Cuáles son? Las que finalizan en ‘.com’ o ‘.com.ar’ y que tienden a captar apostadores mediante las redes sociales. Por estos sitios acceden los menores de edad, porque en los legales no tienen manera a raíz del reconocimiento de datos cruzados con el Registro Nacional de las Personas y la trazabilidad en el ingreso del dinero. Puede haber excepciones si es que intercede un adulto y le crea una cuenta, pero la diferencia con una página ilegal es abismal, donde cualquiera con una billetera virtual y unos pocos datos abre una cuenta.
Con este escenario, la expectativa de Atanasof está en el Congreso nacional y la Legislatura bonaerense para consolidar nuevas herramientas legales que hagan más efectiva la labor de los ejecutivos provinciales.
El crecimiento de la ludopatía infantil
Según el último estudio de Opina Argentina sobre la ludopatía digital en el país en 2023, el 9 por ciento de los más de mil encuestados manifestó realizar encuestas on line. Del universo contactado, el 16 por ciento de la población de entre 16 y 29 años consultada afirmó apostar en plataformas virtuales. En la población que tiene entre 30 y 49 años sólo el 4 por ciento dijo hacerlo y entre quienes tienen más de 50 años el porcentaje trepó a 7. Es decir, el segmento joven es el que, según este relevamiento, está más en las plataformas de juego virtual.
Misma sintonía advierte otro de los estudios que observan en el IPLyC. En un trabajo desarrollado por Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto General de la provincia de Buenos Aires, que analiza los resultados de una encuesta realizada por Kantar Ibope Media a nivel nacional, el 12,5 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años han apostado alguna vez en su vida. Se trata de una encuesta con más de 10 mil casos.
“Este fervor por jugar se manifiesta particularmente en los países de América Latina, donde la pandemia de COVID-19 no hizo sino potenciar el negocio al incrementarse sustancialmente los niveles de conectividad”, explica Martello. La mención a Latinoamérica no es azarosa. En su análisis, expone cómo la creciente regulación en, por ejemplo, Europa, hizo que las empresas de apuestas apunten sus cañones a un nuevo mercado.
Así, y según una estimación con la que cuenta el IPLyC realizada por Similar web, una herramienta de análisis de sitios web que ayuda a conocer el mercado y monitorear a los competidores, hay alrededor de 11,4 millones de usuarios únicos de juego on line ilegal en el país.
Pero como remarca Atanasof a lo largo de la conversación con este medio, el problema está anclado en la ilegalidad. Por ende, sostiene que el rol del Poder Legislativo es trascendental. El propio Martello participó días atrás de un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación. Fue convocado por los legisladores bonaerenses Mónica Frade de Quilmes y Rogelio Iparraguirre de Tandil, autoridades de la comisión de Prevención de Adicciones y Narcotráfico. Varios proyectos se están trabajando en el plano nacional.
También, como viene contando este diario, se viene desarrollando iniciativas en la Legislatura provincial. Tanto en el Senado, como los casos de la peronista Lucía Clark y el radical Agustín Máspoli, como en Diputados, con la labor de Valentín Miranda al frente de la comisión de Prevención de las Adicciones. Días atrás, Martello también asistió a un encuentro con legisladores a pedido de Miranda y expuso sobre el crecimiento de las apuestas on line en menores de edad.
En todos los ámbitos consultados emerge una coincidencia: ponerle un freno a la promoción de los sitios de apuestas por parte de influencers con un público que tiene un fuerte componente de jóvenes menores de edad.
El abordaje desde la Provincia
“El gobernador está encima de esta cuestión y nos la transmitió desde el primer día antes de asumir”, remarca Atanasof. Esta instrucción derivó en el desarrollo de una labor mancomunada con distintas áreas del Ejecutivo bonaerense.
Principalmente, el IPLyC está próximo a relanzar el Programa Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo creado en 2005. Lo hará en colaboración el Ministerio de Salud bonaerense, en particular con Julieta Calmels, titular de la Subsecretaría de Salud Mental y Consumos problemáticos.
El objetivo principal radica en actualizar el abordaje integral de la ludopatía a partir de los 71 profesionales que tiene el Instituto distribuidos en los diez centros de prevención ubicados en Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, Vicente López, Morón, Avellaneda, Necochea, Olavarría, Tandil y Pergamino.
De esta manera, se podrán establecer dispositivos de capacitación y foros de discusión que permitan ampliar la atención a otros espacios con los que cuenta el ministerio, así como también diseñar guías de abordaje y prevención que puedan ser trabajados en escuelas, clubes de barrios y aquellos ámbitos donde se detecta la problemática.
La integralidad del abordaje está enmarcada en las nuevas características de los apostadores. “Con la pandemia y cuestiones referidas a lo generacional y el vínculo de las personas con los dispositivos, se desencadenaron las apuestas deportivas o casino en el teléfono”, señala Atanasof.
En este sentido, explica que los profesionales consultados sobre la temática sostienen que antes era “más fácil detectar ludópata por sus características: mayores de edad que pasaba horas y horas frente una máquina o un paño, con gestos cansados de tanto tiempo dedicado”.
¿Y ahora? “Hoy es prácticamente imperceptible la conducta patológica”, afirma el titular del Instituto. “Hoy puede ser un un joven dentro de tu casa y no te das cuenta, está al alcance de cualquier persona, no es algo oculto, por eso es importante el diálogo con el entorno y la familia”, destaca. El claro ejemplo de este análisis es la historia de Yésica Fernández publicada en este diario días atrás.
Desde el Instituto también ponen la lupa en las apuestas deportivas. Según el estudio de Ibope abordado por Martello, la opción de apuesta on line más elegida en la Argentina está vinculada con el fútbol, con un 41,2 por ciento, seguida por los bingos con un 37 y, en tercer lugar, el boxeo con 16,8 por ciento.
Este tipo de apuestas, apuntan, tiene una particularidad: el apostador cree que sabe y que por eso tiene más chances de ganar. Es distinto a un juego netamente de azar, como la ruleta, donde se sabe que puede no salir el número al que se apuesta.
Con este marco, una de las acciones que encaró el Instituto a través de ALEA, es un acuerdo con la empresa Meta, liderada por Mark Zuckerberg, que permite identificar usuarios de Facebook e Instagram y así dar de baja perfiles que están ofreciendo o promocionando una plataforma de apuestas ilegales.
A su vez, en conjunto con el ministro de Seguridad, Javier Alonso, se prevé la creación de un equipo de trabajo especializado que coordine y supervise acciones dentro de una estrategia conjunta que fortalezca la lucha contra el juego ilegal online.