Los diputados de distintos bloques que integran la Comisión de Acción Social y Salud Pública insistirán con su intención de interpelar a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por el escándalo de los alimentos retenidos y las sospechas de corrupción que rondan a su cartera por la tercerización de los contratos de funcionarios de segundas líneas a través de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

La ministra está citada –por segunda vez en lo que va de este mes– para responder preguntas este martes. Pero tal como sucedió con el llamado anterior, es probable que la amiga personal de Javier Milei vuelva a pegar el faltazo sin dar ninguna explicación.

La citación surgió por pedido del titular de la comisión, Pablo Yedlin (UxP), quien cargó además contra Martín Menem, a quien acusó de proteger de “forma antirreglamentaria” a la ministra, dado que el presidente de la Cámara baja ni siquiera contestó el pedido de citación previo, que data del 6 de junio pasado. Aquella vez, el vocero presidencial Manuel Adorni había blanqueado que era poco probable que Pettovello –que sigue atravesando un temporal en su gestión– se presente ante Diputados para responder preguntas.

La ministra, que muy pocas veces habló en público, reapareció la semana pasada con un mensaje en video que le envió a un grupo de libertarios, en el que decía que no iba a renunciar por pedido del Presidente. “No voy a renunciar, a mi amigo solo no lo voy a dejar”, les dijo. “Es muy difícil seguir adelante, pero no voy a abandonar. Primero porque vine acá para bancar a mi amigo, y a mi amigo solo no lo voy a dejar. Y segundo, porque creo que a la Argentina la cambiamos entre todos y sacando la mugre... y yo la voy a seguir sacando”, había dicho. Fueron sus únicas palabras públicas desde que se desató el escándalo de los alimentos retenidos, que sigue sumando capítulos.

Este fin de semana, Página/12 publicó una auditoría interna de Capital Humano que revela que la ministra ya tenía conocimiento sobre el total de productos que heredó de la gestión anterior y que estaban almacenados pasado en los galpones del Estado desde diciembre. Esos productos -había alimentos pero también frazadas, ropa y colchones- se mantuvieron acopiados pese a tragedias naturales como el temporal que azotó a Bahía Blanca.