Los Boston Celtics se consagraron campeones de la NBA por decimoctava vez en su historia tras derrotar como locales por 106 a 88 a los Dallas Mavericks y sellar así la serie final por 4 a 1.
Con Jayson Tatum como máximo anotador del partido (31 puntos y 11 asistencias), Boston brindó una nueva exhibición de juego colectivo e intensidad defensiva para lograr el título y despegarse de sus archirrivales Los Angeles Lakers (17 trofeos) en la lucha por ser la franquicia más ganadora de la liga.
Los Celtics festejaron luego de 16 años, siendo esta recién su segunda consagración de las últimas 38 temporadas. Vale recordar que los verdes construyeron su dinastía entre 1957 y 1969 de la mano del legendario Bill Russell, ganando 11 de 13 anillos en ese lapso durante una época en la que no había topes salariales por equipo, resultando en una competencia bastante despareja.
Desparejo también fue lo de esta temporada, ya que Boston bailó a cuanto equipo se le puso enfrente: en la fase regular terminó como número uno al cosechar 64 triunfos y 18 derrotas en la Conferencia Este -14 más que el segundo-, mientras que en los Playoffs logró 16 victorias y apenas tres caídas (4-1 a Miami, 4-1 a Cleveland, 4-0 a Indiana y 4-1 a Dallas).
La superioridad céltica respecto de los Mavericks fue mucha y el sorprendente conjunto de Dallas, que había terminado 5º en el Oeste durante la fase regular (50 triunfos, 32 derrotas), poco pudo hacer en las Finales.
Las figuras del equipo, el brillante base esloveno Luka Doncic (29,2 puntos en las Finales) y el terraplanista Kyrie Irving (19,8), súper talentos ofensivos pero de flojo esfuerzo del otro lado de la cancha, se vieron apabullados por la defensa del campeón y apenas pudieron arrebatarle un partido cuando la serie estaba 3 a 0. De los cinco juegos, Dallas, que promedió 118 puntos durante la fase regular, superó los 100 en apenas uno (89-107, 98-105, 99-106, 122-84, 88-106).
Jaylen Brown, el MVP de las Finales
Para sorpresa de muchos y casi que incluso del propio protagonista, el alero Jaylen Brown fue elegido como MVP (Jugador Más Valioso) de las Finales ganadas por Boston.
"Fue un trabajo de equipo, lo comparto con mis hermanos, con Jayson Tatum -figura absoluta de Boston durante la temporada regular- que estuvo conmigo todo el camino", dijo un Brown que prácticamente se quebró cuando fue nombrado por el comisionado de la NBA como receptor del premio.
De 27 años y ganador ya esta temporada del MVP de las Finales del Este, la biografía de Brown se escapa de los estereotipos habituales de las estrellas de la NBA. Su madre, Mechalle Brown, con formación universitaria, lo crió sola, haciendo un énfasis muy importante tanto en la educación como en el activismo.
Jaylen podría haber jugado al baloncesto en una universidad muy potente en el ámbito deportivo, pero optó por Berkeley (Universidad de California), uno de los centros educativos más importantes, prestigiosos y progresistas de Estados Unidos.
Ese interés más allá de lo puramente deportivo ha marcado su vida. Por ejemplo, Brown es desde 2019 uno de los vicepresidentes del sindicato de jugadores de la NBA, en 2020 condujo 15 horas de Boston a su Georgia natal para manifestarse en las protestas tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía y tiene una fundación (The 7uice Foundation) también enfocada a luchar contra el racismo.
Presencia latina
El dominicano Al Horford finalmente se pudo sacar la espina de ser campeón en la NBA, a sus 37 años y en su 17º temporada en la liga estadounidense. Es la primera vez que un jugador nacido en República Dominicana gana un anillo de la NBA.
"No lo puedo creer todavía. Lo hicimos, estamos aquí, pero no lo puedo creer. Así es justo como me lo imaginé: aquí en el Garden, con nuestros fans, todos juntos. Así es como lo vi", declaró el interno durante los festejos.
De esta manera, Horford sacó su nombre de una lista a la que nadie quiere pertenecer: el dominicano llevaba 186 partidos jugados en Playoffs sin ganar un título, cifra que lo ponía segundo en la historia por detrás de Karl "El Cartero" Malone (193).
"Ha sido una espera larga. Mucho trabajo duro. Pero estoy muy orgulloso de ser parte de este equipo y que haya sucedido ahora", indicó Horford, quien fue titular toda la serie contra Dallas y promedió 7 puntos, 6,2 rebotes y 2,6 asistencias por partido.