Como si no faltaran frentes de conflictos diplomáticos por resolver, Javier Milei fue duramente cuestionado por el gobierno de Alemania, que salió a respaldar al presidente español, Pedro Sánchez, por los ataques recibidos por parte del mandatario argentino hace un mes atrás. La crítica resonó con fuerza en virtud del contexto: el Presidente visitará ese país en los próximos días para recibir un premio y allí se reunirá además con el canciller alemán Olaf Scholz.
El encargado de expresar la postura de la administración germana fue el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, quien cuestionó los modales de Milei, calificando de "falta de gusto" su andanada de insultos contra Sánchez, que agravaron las relaciones diplomáticas entre España y Argentina.
Sánchez “encontró las palabras correctas y creo que las palabras del presidente argentino se valoran por sí mismas", afirmó Hebestreit en una rueda de prensa en Berlín.
Durante el contacto con los periodistas, el vocero también explicó que el gobierno federal alemán no se pronunció en su momento sobre los ataques verbales de Milei por normas éticas que rigen su política.
"Este Gobierno no puede estar diciendo lo que segundas partes dicen de terceros. De vez en cuando sí, pero en este caso no, porque fue tan claro y falta de gusto que no hace falta decir nada", agregó en referencia a los comentarios del mandatario argentino.
La alusión de Hebestreit se refirió a las críticas de Milei, primero contra Begoña Gómez, la esposa de Sánchez y más tarde contra el propio presidente del Gobierno español, que derivaron en la retirada de la Embajadora de España en la Argentina.
A mediados de mayo pasado, el mandatario argentino estuvo en España durante una visita no oficial para participar de un acto del partido ultraderechista VOX y respaldar a los candidatos de esa fuerza política.
Durante su discurso en ese acto, Milei calificó de “corrupta” a la esposa de Sánchez y a éste lo definió como parte de una “calaña de gente atornillada en el poder”.
El caso derivó en el retiro de la embajadora de España en Buenos Aires, decisión que fue respaldada por la corona de ese país.