El periodista y conductor Víctor Hugo Morales se refirió en su clásico editorial a la represión de los manifestantes contra la Ley Bases y afirmó que "vivimos la época del terror".
El editorial de Víctor Hugo Morales
Vivimos la época del terror, pero en democracia. Solo falta la guillotina de Robespierre, más o menos.
18 de junio, hoy, es fecha Pradial. Fecha de la Ley Pradial. El terror sembrado por Robespierre en Francia. A los enemigos, juicio sumario, rapido, y cárcel, porque guillotina, por ahora, no tienen a mano. Por ahora.
Stornelli, el que le quería poner cocaína al ex de su compañera, el socio de D’Alessio, el tipo que se burló de la justicia ante la convocatoria de un juez, seis, siete, ocho veces, es una especie de Robespierre que ni siquiera defiende las libertades jacobinas, aquellas por las que Robespierre se jugaba en el acierto y el error.
Lo que hace Stornelli con recortes de Clarín y La Nación y el comunicado del Gobierno desquiciadamente falaz, de Milei, arma los indicios para sembrar el terror en las calles de Buenos Aires.
De miércoles a martes va una semana de cárcel. De cárcel y vejaciones, que te llevan del brazo, que te tratan mal, que te tiran contra una pared, que te tiran gas pimienta si no respondes lo que ellos te preguntan.
TN recorría las calles el jueves para apoyar a Stornelli. La mafia andaba allí, haciendo calle. ¿Qué pensaba la gente de lo que había sucedido? ¿Estaba de acuerdo con la cárcel impuesta a los manifestantes? "Miren cómo quedo la ciudad". Un auto quemado y todo, y todo lo que sirviera para condenar a los que fueron a condenar la traición y la entrega de los Senadores.
Milei niega al Estado, pero lo usa para reprimir sin ley ni piedad.
El topo, como se autodenomina, ese depredador diminuto y sordo, es el calificativo que se designó el propio Milei. En el túnel de este tiempo, aprovecha al periodismo mafioso para hacer su camino a través de la hojarasca de la mentira.
Cuando hay terror hay diversas formas de cobardía, por otra parte. A los medios, los críticos, los que están de la vereda de enfrente, les llaman así, “los medios”. Clarín no dicen. La generalidad de los políticos y los que opinan, le tienen terror. Lo sugieren. Está claro. Saben que sin la palanca de los hampones que se roban el país, la infamia no sería posible, pero decir “Milei” es más fácil.
El malo es Milei. Lo demás, en todo caso, imagínelo.
Y la cuestión es que hoy no desayunaron en su casa y con sus hijos los que fueron al Congreso. Y fueron por nosotros, fueron por todos
Y a los que les dieron la libertad, aquellos a los que les concedieron la libertad, Stornelli los quiere otra vez presos, otra vez adentro. Más cárcel, hasta que aprendan.
Los que gritan cárcel. 18 de junio, Pradial, adentro
Los demás, y.. los demás, literatura de la queja y la denuncia, sin identificar a nadie.
Bueno, sí, a Milei, con eso les alcanza. Milei lo explica todo.
El pobre topo que usa toda la fuerza criminal del Estado. El Estado contra el hombre. De eso se trata.