“Está fea la cosa. Está complicada”, dice a la 750 Gabriel Rufián, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de España. Lo asegura desde la óptica progresista y ante el avance constante de la derecha y de la ultraderecha en España, en Europa y en buena parte del mundo.

Para el funcionario, la única explicación posible a este avance histórico del fascismo disfrazado de conservadurismo es la que se esconde detrás del porqué “hay tanto ratón votando a gato”. Está en la toxicidad y la inoculación de un discurso extraño en las clases trabajador.

“El fascismo ha convencido a todo el mundo de que sus países son suyos y van mal, sea cierto o no. Y porque han conseguido inocular veneno a la case trabajadora”, aseguró.

Esto es así, señaló, por el tipo de vida que se tiene en estos países: “Es el clic en el que llegan al poder. Convencen a la clase trabajadora de que voten en contra de sus intereses, de su clase social, a favor de unos supuestos principios que son una bandera vacía, una patria vacía”.

Por eso, dijo: “Hay que militar en la utilidad. Intentando llenar neveras. Creo que esa es la clave. A la gente no se le puede exigir que después de 14 horas de trabajo por un salario miserable se ponga a leer a Gramsci o a Marx”.

Y como no se le puede exigir esto, “la gente se pone la televisión, o a ver si teléfono móvil, y recibe toxicidad terrible”. Por eso la propuesta progresista debe ser devolver lo más preciado, el tiempo de calidad.

“Yo creo que la única manera de intentar interpelar a la gente es a través de darle libertad real. Y la libertad real no es que puedan escoger entre una hamburguesa o una pizza una noche a través de su móvil. Sino que puedan tener tiempo real en sus vidas para pensar y para identificar al culpable de su situación”, precisó.

A lo que sumó: “También es cierto que hay un medio que cualquier Gobierno debe utilizar para intentar incidir en la vida de la gente que es el Poder Legislativo. Poder hacer leyes que ayuden a la gente más que abrir debates que confronten a la gente”