El juez Juan Ramos Padilla dará a conocer este martes a las 20 horas el veredicto en el juicio contra el exgobernador de Tucumán y exsenador nacional por el justicialismo José Alperovich, acusado por nueve hechos de abuso sexual -tres tentativas y seis agravados-, tras la denuncia de F., su sobrina segunda, hija de un primo hermano del exmandatario provincial, que había trabajado con él desde el 2017 hasta el 2019.
A las 13.25, en la audiencia previa a darse a conocer el veredicto, Alperovich tuvo la oportunidad de brindar unas últimas palabras, pero contestó: "No voy a hablar, señor juez". Tampoco hizo declaraciones a la prensa.
La querella había pedido la pena de 22 años de prisión y solicitado que se le impusiera al acusado vigilancia policial hasta que se dicte la sentencia y, que en caso de que fuera condenado, quedara detenido hasta que el fallo esté firme.
La fiscalía, por su parte, había solicitado la pena de 16 años y 6 meses de prisión, que se disponga la inhabilitación perpetua de ejercer cargos públicos a nivel nacional, provincial y municipal, y que se le coloque una tobillera electrónica.
En sus alegatos, tanto la querella como la fiscalía consideraron que los hechos denunciados ocurrieron en un contexto de marcada asimetría de poder, y violencia de género y laboral.
Según el fiscal Sandro Abraldes, “Alperovich no la quería para trabajar con él. La quería para la cama. El concepto es primitivo. Manda el señor feudal. Al gran mandón no se le discute. Se hace lo que él quiere. Ella estaba en un escenario de sometimiento. En una situación de cautividad".
La defensa, en tanto, había solicitado la absolución, al plantear que se trató de una “causa armada”, inventada, como parte de una operación política para destruir a Alperovich, promovida por el concejal tucumano David Mizrahi -que fue pareja de F.- y el diputado nacional Carlos Cisneros, su enemigo político. La querella rechazó esta teoría recordando que, cuando F. hizo la denuncia, ya habían pasado cinco meses de su derrota electoral.
La descalificación de la defensa a la víctima
Durante el juicio, el abogado de Alperovich, Augusto Garrido, descalificó a la víctima, acusándola de haber mentido en su testimonio. Según el letrado, al relato de la sobrina del exgobernador le “faltó consistencia” y “no tuvo espontaneidad”.
En ese sentido afirmó: “La denunciante usó en un 70 por ciento de las mismas palabras en su testimonio en la audiencia que las usadas en la denuncia escrita que dieron inicio al proceso”.
“Cuando fue confrontada con distintas pruebas, como mensajes de WhatsApp, y ante las consultas de la defensa, mostró incongruencias e incoherencias. También omitió contestar lo que era realmente importante. Absoluta falta de consistencia en su relato. Se trató de un relato manipulado, frío”, expresó.
Garrido incluso alegó que F. había construido su relato con palabras del libro de Belén López Peiró Por qué volvías cada verano, donde la escritora narra, en un relato de no ficción, los abusos sufridos entre sus 13 y 16 años de parte de un tío, comisario bonaerense en un pequeño pueblo de la provincia donde ella iba a pasar vacaciones cada año.
El defensor también comparó el relato de la víctima con la denuncia de Thelma Fardín a Juan Darthés. El miércoles pasado, dos días después de que el actor fuera condenado a seis años de prisión por la violación a la actriz, Garrido especuló: “En su declaración, la denunciante mencionó que Alperovich usaba la frase ‘Mirá cómo me ponés’, que todos conocemos”. Le respondió el fiscal Sandro Abraldes, ese mismo miércoles, cuando fue el momento donde el juez Ramos Padilla dio lugar a la réplica de las partes: "La frase 'mirá cómo me ponés' es parte, lamentablemente, de la poesía machista".
"Se repitió un montón de veces el patrón de testigos que no recordaban o que no sabían. Y eso quedó demostrado. Ella con su denuncia desafió al poder. Y eso es indigerible para el defensor y el imputado", agregó el fiscal.
Cómo fue el juicio contra Alperovich
En el juicio contra Alperovich, que empezó el pasado 5 de febrero, declararon más de setenta testigos. Entre ellos la madre, el padre y amigos de F., que contaron que ella les había hablado sobre aquellos episodios que denunció y vieron su abrupto deterioro físico: caída de pelo, ataques de pánico, decaimiento, pérdida de 10 kilos, entre otros cambios significativos.
También declararon dirigentes políticos de Tucumán, como el exgobernador Juan Manzur, el concejal de la capital provincial David Mizrahi -a quien Alperovich señala como instigador de la denuncia, en el marco de un supuesto complot-, choferes, guardias y otros empleados del exmandatario, y una de sus hijas, Sara Alperovich.
La psicóloga Mónica Herrán, perito oficial del Cuerpo Médico Forense, sostuvo que la joven presentaba un daño psíquico y “trauma cristalizado” compatible con una víctima de violencia sexual. Herrán también dio detalles del mecanismo de disociación, que les permite a quienes sufren este tipo de situaciones seguir en un vínculo atravesado por el abuso sexual, hasta que en algún momento la cabeza de alguna forma les explota y deciden denunciar a su agresor.
El testimonio de Herrán y la declaración de F. fueron las pruebas más fuertes contra Alperovich.