Saya Lyardet es una de las detenidas en la represión de la semana pasada en Congreso. Estudiante de Antropología, está alojada en el penal N° 4 de Ezeiza, con varias imputaciones.

En comunicación con la 750, su hermana Grisel contó el calvario que sufre la joven y cómo se desarrollaron los hechos por el que ella, junto a dos compañeros de la facultad, quedaron a merced de la Policía de la Ciudad. 

"Mi hermana salió de la universidad con Camila Juárez, también detenida, y con Nico, que se conocen aunque hacen diferentes carreras, pero también pertenecen a la asamblea de vecinos de San Martín, donde organizan ollas populares, juntan ropa para la gente y ayudan con información a quienes no tienen muchos recursos con respecto a trámites como subsidios", relató Grisel.

"Se fueron para el Congreso y a 20 cuadras, cuando ya se estaban retirando, a Camila la llama la mamá y le dice que tengan cuidado porque empezaron a reprimir, entonces se empezaron a alejar. Empiezan a escuchar las motos, los tiros, las persecuciones y los gritos, ahí se asustan y corren por la vereda. Cami se cae y Saya vuelve a levantarla, y ahí se suben tres motos de la Policía de la Ciudad a la vereda y empiezan a amedrentarlas, les dicen que se corran si no lo van a hacer tirándole de los pelos, todo en un lapso de cinco segundos, con ellas en el piso", siguió.

A una semana de la detención, las jóvenes continúan alojadas en el Penal N° 4 de Ezeiza, y la situación "es sumamente angustiante". "Lo que nos deja un poquito tranquilos es que a ellas ayer les hicieron un perfil para poder moverlas de pabellón, pero junto a organismos de derechos humanos logramos que permanezcan juntas, separadas de las reclusas comunes", explicó Grisel.

Asimismo, agregó que las jóvenes "están imputadas con cargos muy graves: daños, intimidación pública, incitación a la violencia, delitos contra los poderes públicos, atentado y resistencia a la autoridad y perturbación del orden en sesiones de cuerpos legislativos".

"Estas imputaciones reciben penas de 9 años a cadena perpetua. Y nosotros lo que estamos pidiendo en este momento es la excarcelación, porque no hay riesgo de fuga ni entorpecimiento de la causa", indicó.

"No hay pruebas fehacientes de que a ellas se les pueda imputar de ningún cargo, pero enfrentan penas muy altas", lamentó.