Javier Milei no para de hacer amigos a nivel internacional. Recientemente, retomó la pelea con el presidente de España, Pedro Sánchez, en la víspera de un nuevo viaje por Europa que emprenderá el mandatario argentino. Con esa nueva bravata no solo consiguió que el Gobierno español le exija que durante su nueva estadía "mantenga respeto por el pueblo de España y sus instituciones", sino que también lo cruzó el gobierno de Alemania. Desde allí, indicaron que la forma en la que Milei se refiere a otros mandatarios mientras visita sus países es una "falta de gusto". De yapa, Milei recibió fuego amigo del presidente de Ecuador, Daniel Noboa: dijo en una entrevista con un medio de Estados Unidos que desde que asumió el libertario "no ha logrado nada".

Milei en los últimos días volvió a atacar a Sánchez, al que ahora acusó de perseguir periodistas. "Mi solidaridad con el periodista español @vitoquiles, quien está siendo perseguido por el gobierno de Pedro Sánchez luego de reportar que uno de sus ministros utilizó un auto oficial para ir a un recital de Taylor Swift. Si un funcionario de nuestro gobierno quisiera meter preso a un periodista por dar una noticia, toda la progresía local, desde Tenembaum y Longobardi hasta Novaresio y Lanata, estaría llorando dictadura. Pero no. Como es un gobierno zurdo se hacen los distraídos", aseguró.

A la avanzada se sumó la canciller Diana Mondino, quien dijo que los terrenos diplomáticos (embajadas y consulados) argentinos estaban disponibles para quienes fueran perseguidos, como si España estuviera en plena dictadura franquista. "Los periodistas intimidados por el mero hecho de preguntar e informar encontrarán protección en nuestro suelo y embajadas", aseguró la canciller, que no mostró la misma solidaridad por los periodistas baleados en la cabeza en las últimas manifestaciones.

Ubicándose

A quien le tocó llamarle la atención a Milei, en esta oportunidad, fue a la portavoz del Gobierno español, Pilar Alegría. "Desconocemos la agenda del presidente de Argentina, pero si finalmente el viaje se produce, espero que durante sus declaraciones mantenga respeto hacia el pueblo de España y hacia sus instituciones", recalcó. España mantiene su decisión de no volver a mandar a una embajadora a la Argentina hasta que Milei pida perdón por haber acusado de corrupción a la esposa del actual presidente.

Ajeno a los desastres diplomáticos que va sembrando por el mundo, Milei tiene planeado volver a España el viernes 21 de junio para recibir el premio del Instituto Juan de Mariana por la defensa de las ideas de la libertad. El mismo premio se le entrega al escritor peruano y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, otra de las eminencias de la derecha latinoamericana. "En principio, no", contestó el vocero Manuel Adorni cuando le preguntaron si tiene prevista alguna actividad oficial en el viaje. Es decir, que es otro viaje con fines privados, pero pagado por el Estado.

Rigor alemán

Pero el gobierno español no fue el único que le llamó la atención a Milei. También se sumaron los alemanes. El portavoz Steffen Hebestreit fue quien cuestionó sus modales, calificando de "falta de gusto" su andanada de insultos contra Sánchez, que agravaron las relaciones diplomáticas entre España y Argentina. "Sánchez encontró las palabras correctas y creo que las palabras del presidente argentino se valoran por sí mismas", afirmó Hebestreit en una rueda de prensa en Berlín.

El vocero también explicó que el gobierno federal alemán no se pronunció en su momento sobre los ataques verbales de Milei por normas éticas que rigen su política. "Este Gobierno no puede estar diciendo lo que segundas partes dicen de terceros. De vez en cuando sí, pero en este caso no, porque fue tan claro y falta de gusto que no hace falta decir nada", remarcó.

Milei también estará en Alemania, donde le darán la medalla Hayek, que lleva el nombre de otra de las eminencias del neoliberalismo. También tendría un encuentro con el canciller Olaff Scholz.

Por último, el mandatario argentino recibió una crítica de un lugar que no estaba esperando. Lo cuestionó el presidente de Ecuador Daniel Noboa. En este caso, la crítica no fue ni por sus modales ni por su ideología de ultraderecha. No, a Noboa lo que le molesta es el ego de Milei, que se ve a sí mismo como una figura gravitante en las democracias de occidente y lo remarca todos los días en sus redes sociales. “No sé por qué piensa que es tan grande -acotó Noboa en un reportaje con The New Yorker-. No ha logrado nada desde que asumió la presidencia. Parece estar lleno de sí mismo, lo cual es muy argentino, en realidad”.