Unas 550 personas de diferentes nacionalidades murieron a lo largo de esta semana durante el hach, también conocido como la peregrinación a la ciudad saudí de La Meca, por causas relacionadas con las altas temperaturas, que, por ejemplo, este lunes alcanzaron los 51,8 grados.

Los ritos sagrados iniciaron el viernes pasado en medio de una fuerte ola de calor, según el pronóstico de los últimos días del Centro Nacional Meteorológico saudí.

Fuentes médicas revelaron a la agencia EFE que, hasta el momento, la cifra de cadáveres en la morgue de Al Muaisem, la más grande de La Meca, es de 550, y que "todos los peregrinos murieron debido al calor, excepto una persona que resultó fatalmente herida" durante una aglomeración, detallaron.

De estos 550 peregrinos fallecidos, según esta fuente, al menos 325 son egipcios y otros 60 son jordanos; a los que se suman, según fuentes oficiales de cada país, otros 11 iraníes y 35 tunecinos.

(Imagen: EFE)

Sobre los efectos de las altas temperaturas en los peregrinos, el Ministerio de Salud saudí informó este martes de 2.764 personas afectadas por golpes de calor. Muchas de ellas fueron atendidas por las unidades sanitarias instaladas en los diferentes lugares de rito, sin mencionar datos sobre fallecidos.

Pese a estas circunstancias, el Gobierno saudí consideró públicamente que el operativo para atender problemas de salud implementado para el hach de este año fue un "éxito".

El ministro de Salud, Fahd al Yalayel, afirmó que esta peregrinación estuvo libre de brotes de epidemias o amenazas para la salud pública, al tiempo que detalló que más de 390.000 peregrinos recibieron atención médica a lo largo de la semana.

El peor incidente en La Meca en los últimos 25 años

Las 550 muertes por hacinamiento en la celebración del hach de este año no supera, sin embargo, la tragedia que aconteció en 2015, cuando una estampida humana durante el mismo ritual provocó más de 700 muertos y más de 800 heridos.

El desastre ocurrió a las 9 de la mañana, cuando la temperatura en Mina era de 46 grados centígrados. Dos enormes filas de pelegrinos convergieron en distintas direcciones en una intersección cercana al puente de Jamarat, de cinco plantas, en Mina.

"Algunos se dirigían a tirar piedras mientras otros avanzaban en la dirección contraria. De repente llegó el caos y la gente se empezó a caer", contó en ese momento una periodista de la BBC, Tchima Illa Issoufou, que estaba en el lugar y perdió a una tía en la estampida.

En tanto, en 2020, ocurrió un fenómeno distinto y contrastante: un formato restringido a causa de la pandemia del coronavirus, que obligó a los pocos participantes a guardar una cuarentena antes y después del ritual, y a utilizar tapabocas y mantener la distancia entre ellos mientras eran vigilados por policías y otros agentes oficiales.

¿Qué es el hach?

El hach es una obligación en la religión musulmana, que consiste en una peregrinación que dura hasta seis días hacia la ciudad de La Meca, en Arabia Saudita, durante el último mes del calendario islámico. En el transcurso de ese viaje, se realizan una serie de rituales que tienen como fin unificar las creencias musulmanas y rendir culto a Alá.

Este ritual debe ser cumplido al menos una vez en la vida por todo musulmán que tenga las capacidades físicas y económicas. Es uno de los cinco pilares del islam, junto con la fe, la oración, la caridad y el ayuno. 

La fecha del hach cambia según el calendario lunar, pero siempre se celebra aproximadamente dos meses y diez días después del Ramadán, en el doceavo mes del calendario lunar islámico, el Dhul-Hijjah.

La peregrinación comienza en la ciudad de Mina, lugar en el que se ubica un gran asentamiento de carpas, y donde los fieles pasan el día orando. El siguiente día está dedicado a la oración en el monte Arafat o de la Piedad, a 14 kilómetros de esta ciudad, donde tuvo lugar el sermón final del profeta Mahoma. Los fieles pasan la noche en Muzdalifah, entre Mina y Arafat, donde recogen piedras para el ritual conocido como Jamarat.

(Imagen: EFE)

Antes de que salga el sol, los peregrinos vuelven a Mina, donde arrojan piedras a los tres pilares, lo cual simboliza la lapidación del diablo. El ritual continúa con un sacrificio animal, mientras que los fieles varones se cortan o afeitan el cabello. Durante el último día del hach se realiza el "Tawaf" o "Despedida": los peregrinos caminan siete veces en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de la Kaaba, el edificio cúbico ubicado en el centro de la Gran Mezquita de La Meca. Allí termina el hach, y los peregrinos pueden volver a casa.

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