Es lo que parece estar sucediendo con la gestión del régimen anarco-capitalista si miramos con atencion todo lo relativo a la politica exterior y las relaciones con el mundo.

Se han parado en el lugar más peligroso y hacen alarde de sus posiciones, mientras nadie da explicaciones (y nadie se las pide) de qué beneficios deberíamos esperar de seguir en ese camino.

Hay un notable crecimiento de la conflictividad en el mundo, los poderes globales concentrados asociados al imperio del norte multiplican sus acciones para sostener una hegemonía cada día más devaluada, pero no por eso menos peligrosa. El crecimiento del multilateralismo y el papel cada vez más poderoso de los BRICs y el protagonismo de China en el globo ponen en jaque la dominación del capitalismo más extremo y violento.

La guerra ruso-ucraniana se desarrolla inclinando la balanza hacia el lado de Vladimir Putin, crece el peligro para Europa, al decir de los EEUU, que redobla su dominación sobre ese continente en crisis cada vez más aguda.

Mientras tanto, Israel destruye Palestina, va por la desaparición de Gaza, suma más de 40 mil muertos (mujeres y niños, más de la mitad) y envía al destierro a más de un millón y medio de habitantes de los territorios. La masacre genocida ultra reaccionaria del estado sionista asociado a los yanquis no tiene límites.

El titular del régimen en nuestro país decide asociarse y participar abiertamente en favor del nazi-payaso Vlodimir Zelenski en Ucrania, ahora enviando aviones de combate, y hace un culto de su relación con los ultranacionalistas judíos, brindando total apoyo a esa siniestra política belicista y asesina.

Estamos en medio de los conflictos más serios desatados en estos años, y nuestro país hoy es aliado y socio directo del imperio que maneja y provoca las guerras y conflictos. El peligro es total para nuestra Nación, que sostiene esas posiciones y abandona la neutralidad histórica. 

Pero ellos avanzan, imparables, ya que nada ni nadie se les opone, o al menos les cuestiona semejante posición. Nuestro sufrido pueblo asiste a esta tragedia sin que nada ni nadie les explique qué hacer y en medio de esa ignorancia avanzan estas oscuras fuerzas destruyendo todo a su paso.

Nuestro presente y el futuro inmediato peligran si seguimos en esta dirección.

Héctor Marinángeli