El encargado de mantenimiento de edificios del Jockey Club fue imputado en libertad por homicidio culposo en grado de coautor por el fallecimiento de Facundo Gorga, el niño de 10 años que se ahogó el 3 de enero pasado en la pileta "La Dulce". La fiscal Mariela Oliva lo imputó en el Centro de Justicia Penal, y el acusado dijo que la seguridad de la pileta no era su ámbito de trabajo, ya que se encargaba del arreglo de las grietas. Esta misma semana, la Policía de Investigaciones realizó un allanamiento en la institución, donde incautó seis CPU, un pendrive y dos notebooks. Sin embargo, la Justicia todavía no avanzó con el pedido de la querella que representa a la familia del niño, a cargo de Víctor Corvalán y Evelyn Quain, para que sea imputado el presidente del club, Charles Roberts. 

La de ayer fue la segunda imputación en el marco de la causa que lleva adelante el Ministerio Público de la Acusación por la muerte del nene, quien se ahogó después de que su pie quedara atrapado en el ducto de la pared de la piscina donde debía estar colocada una rejilla. La primera acusada fue una guardavidas que trabajó en la pileta al momento del hecho y que fue acusada –también en libertad– a finales de mayo. También el encargado de mantenimiento negó cualquier responsabilidad en el hecho. 

Por otro lado, a finales de abril, Corvalán y Quain solicitaron la imputación de la máxima autoridad del club, en base a varios puntos. Uno de ellos es que el menor murió por permanecer aproximadamente ocho minutos bajo el agua en la pileta "La Dulce" mientras tenía el pie atrapado en un hueco que no tenía ninguna reja de protección.

Los querellantes agregaron que, por información obtenida sobre la base de testimonios, ya habían ocurrido otros episodios similares en el club y el presidente estaba al tanto de esa situación. Además, manifestaron que desde la institución habían puesto años atrás una rejilla de hierro, que fue retirada después, según afirmaron.

Los abogados representantes de la familia del niño consideraron que Roberts debió tomar decisiones para evitar una tragedia como la que ocurrió, sobre todo con el antecedentes de que hubo casos parecidos en la misma pileta. 

En tanto, en ocasión de la imputación a la guardavidas, María José, la madre de Facundo, lamentó que "nadie apagó la bomba", y reclamó justicia. "Consideramos que la responsabilidad de la muerte de mi hijo no recae exclusivamente en una persona, que hay otros responsables, que las autoridades del club tienen un grado de responsabilidad muchísimo mayor, porque yo llevé a mi hijo al club a jugar a una pileta. Pileta cuyo ducto no tenía rejilla, una bomba funcionando; nadie apagó la bomba, nadie la podía apagar, y esa es la causa de la muerte de mi hijo". Además, cuestionó: "No noto que en las autoridades del club haya empatía, ética, ni una actitud humana o responsabilidad institucional. Le tocó a Facu, pero todos los niños y niñas que estuvieron jugando en esa pileta estuvieron expuestos a la muerte, y eso es inconcebible. Espero que los responsables de esta cadena de negligencias se hagan cargo y que sean condenados. Esto no fue un accidente, fue un homicidio. Pido justicia".