Esta semana el Gobierno confirmó que Kallpa dio inicio a una nueva etapa en el proyecto de exploración de litio en el salar El Leoncito, en el Valle del Bermejo. El anuncio es un punto de inflexión en la política minera de la provincia desde el conflicto de Famatina, que consolidó a La Rioja como una provincia sin consenso social para la minería.
En 2022 La Rioja impulsó la ley la declaración del litio como recurso estratégico, suspendió las licencias de exploración minera otorgadas hasta el momento y creó la empresa estatal Kallpa SAPEM para llevar adelante la actividad.
El yacimiento se encuentra en las salinas de El Leoncito, en el departamento Lamadrid, a unos 3.600 msnm, en el límite con San Juan, y suma a La Rioja a las provincias litíferas junto a Catamarca, Salta y Jujuy.
La secretaria de Minería de la provincia, Ivanna Guardia, aseguró que “el inicio de esta nueva etapa de exploración de litio en El Leoncito marca un hito significativo en el desarrollo de minería sostenible en La Rioja. Kallpa ya efectuó la primera etapa de prospección y exploración de tres pozos y con los resultados obtenidos da inicio a esta siguiente etapa que incluye nueve perforaciones, que van a permitir obtener la factibilidad del proyecto, lo que es de gran relevancia para la Provincia teniendo en cuenta que es el proyecto más avanzado de litio en el territorio”.
La Cordillera riojana no se toca
En tanto La Asamblea por la Vida Chilecito y grupos ambientalistas aseguraron: “A pesar de que el gobierno provincial afirma que hay licencia social para la minería, esto es falso. Estos proyectos avanzan violando la legislación vigente en materia de acceso a la información pública, como el Acuerdo de Escazú, y hasta la fecha los pueblos no hemos tenido acceso a los estudios de impacto ambiental”.
En un comunicado titulado Con o sin RIGI, Quintela avanza sobre la cordillera con megaminería y sin licencia social, denunciaron que a través de relevamientos en el territorio, confirmaron que “la fiebre del litio ya se cobró la vida de la salina El Leoncito y la biodiversidad de la región. La empresa estatal Kallpa perforó la salina y construyó un terraplén encima para que pudieran trasladarse camiones. A los pocos meses, cientos de flamencos aparecieron muertos en la Laguna Brava, a pocos kilómetros de ese lugar. El gobierno dijo que habían muerto por desnutrición ante de falta de alimentos producto de una inmigración temprana, pero negaron la existencia de proyectos mineros en la zona”, señalaron.
“Una vez más decimos: ¡no tienen licencia social!, ¡la cordillera riojana no se toca!, ¡el agua vale más que todo!, concluye el comunicado.