Un archivo que puede poner luz sobre un hecho clave de la última dictadura cívico-militar acaba de llegar a la Ex ESMA. Se trata de la documentación que perteneció al Ente Autárquico Mundial ‘78. La recibió el Archivo Nacional de la Memoria y contiene unos 2 mil metros lineales de papeles del organismo que manejó a su antojo los gastos de la Copa del Mundo. Conducido por el contraalmirante Carlos Alberto Lacoste, fue el poder real en el fútbol durante el régimen genocida. Este acervo estaba arrumbado en un edificio de la calle Perón, entre la avenida Leandro Alem y 25 de Mayo, donde funciona el depósito patrimonial de la Casa Rosada. Conservado en ese lugar desde un tiempo impreciso, estaba junto a otros elementos como más documentos, cajas, biblioratos y aparatos de telefonía y todos cubiertos por una densa capa de polvo.
La Secretaría general de la Presidencia de la Nación derivó al Archivo que tiene su sede en la Ex ESMA este material sobre la estructura burocrática de la dictadura que centralizó todos los manejos del Mundial ’78. Según informó la página oficial del gobierno, la documentación entregada “consta de legajos de personal contratado, archivos administrativos, planos de las obras realizadas en todo el país, expedientes de compras y contrataciones, entre otros documentos”.
Ahora esta copiosa información acumulada en cajas y paquetes envueltos en papel madera ha sido destinada de manera provisoria al edificio de las Cuatro Columnas en la ex Escuela de Mecánica de la Armada. Se le buscará un destino definitivo más adelante.
La información difundida por el Estado que se titula “La memoria del Mundial Argentina ‘78” tiene un presunto objetivo: que “la Coordinación de Fondos del Archivo de la Conadep-Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural será la encargada de su puesta en valor y del adecuado resguardo y relevamiento de lo que se convertirá en una herramienta de investigación clave para el estudio de la historia reciente de nuestro país”.
Lacoste, quien llegó a ser presidente de la Argentina durante un breve intervalo de la dictadura, pudo disponer a su antojo de fondos para el EAM gracias al decreto 1261 de abril de 1977 que le permitió “reserva en la difusión de sus actos”. El Mundial ’78 le costó al país una suma cercana a los 517 millones de dólares, 400 más que los pagados por España en la siguiente edición de su Copa del Mundo 82 que ganó la selección italiana. Aunque el saldo oficial de los gastos del Ente Autárquico nunca se publicó por su política oscurantista que a partir de ahora podría empezar a conocerse.
De la deuda que contrajeron los militares, unos 67 millones de pesos de la época fueron reclamados en una demanda que llegó a la Corte Suprema de Justicia por la familia del ex presidente de Vélez Ricardo Petracca. Era propietaria de un grupo empresario que ganó cuatro licitaciones por obras para el Mundial. El dirigente, quien falleció en septiembre de 2015 a los 89 años sin haber cobrado la cuantiosa deuda, solía contar que le tendrían que haber pagado en pesos ley 18.888. Aunque después de ir a implorarle a Lacoste por las obras impagas realizadas, le dieron un anticipo con un certificado de cancelación de deuda letra C. “Eran papeles que solo servían para pagar impuestos y nos descontaban el 7 por ciento”, le comentó una vez a este periodista.
Con la entrega de la documentación del EAM ’78, quizás pueda saberse algo más sobre este capítulo turbio del régimen que intentó perpetuarse en el poder con la organización de la Copa del Mundo.