Al menos dos personas murieron este jueves y otras 18 han tenido que ser hospitalizadas a causa del temporal de lluvia y vientos huracanados que asoló la capital rusa. Según las autoridades sanitarias, tres de los hospitalizados son heridos graves, aunque su vida no corre peligro.

También se informó que el estado de los cuatro niños que han tenido que ser atendidos por los servicios sanitarios es satisfactorio.

Uno de los muertos fue aplastado por un árbol, mientras el segundo muerto fue un obrero que pereció al derrumbarse un andamio.

Los vientos huracanados, que alcanzaron los 25 metros por segundo, dañaron más de 300 coches y 700 árboles repartidos por todo Moscú, una urbe de 13 millones de habitantes.

Aunque la lluvia solo se prolongó durante unas pocas horas, en algunos barrios capitalinos supuso un tercio de la media mensual.