El subsecretario de intervención federal, Federico Angelini confirmó que la Cárcel Federal de Coronda, obra que tiene más de un 90% de avance y que albergará a casi 500 presos, quedará inaugurada antes de fin de año. La obra había sido suspendida por falta de fondos nacionales, pero a mediados del mes pasado, Nación pagó parte de la deuda que tenía con la empresa constructora, lo que permitió destrabarla. Así, fueron los primeros trabajos reactivados con fondos federales por el gobierno de Javier Milei en Santa Fe. 

"Antes de fin de año se va a inaugurar la cárcel de Coronda. Ya está avanzándose en los contratos que habían estado frenados por mucho tiempo y que empiezan los prestadores de servicio a volverse a involucrar en la finalización de esta cárcel que está en más de un 90% terminada, así que es una picardía que no pueda utilizarse", indicó Angelini, en función del 93 por ciento de avance que presentan los trabajos en el alojamiento penitenciario federal de Coronda.

En el Centro Federal Penitenciario Litoral Argentino de Coronda podrán albergarse 496 presos federales. Y el funcionario nacional del Ministerio de Seguridad agregó que está prevista la construcción de más cárceles en la provincia: "Estamos iniciando los procesos necesarios para ver de qué forma es la mejor administración, más eficiente. Hay distintos caminos que se están estudiando, pero la idea es que haya más cárceles porque es necesario. Mayor nivel de cárceles es mayor seguridad para todos los argentinos", consideró Angelini. 

Consultado sobre el traslado de presos, una vez que finalice la construcción de la nueva cárcel de Coronda, Angelini aclaró que si bien se trata de una cárcel para presos de perfil medio y no alto, "lo importante es que se va a poder reducir la presión que hay sobre las otras alcaidías".

El penal es de seguridad media, ya que posee doble alambrado perimetral y el cercado tiene cuatro metros de altura. La cárcel está equipada con sensores de movimientos y está cercada por cinco garitas, cuatro en las esquinas y una en el medio del terreno del penal.

En tanto, el predio posee 64 hectáreas, de las cuales 20 están ocupadas por la construcción. 

La obra alcanzó a ocupar un máximo de 140 personas, pero a partir del corte del financiamiento, se sostuvo con una guardia de 15 obreros, de las cuales 11 tuvieron el cese laboral. Finalmente, el 13 de mayo se retomaron los trabajos después de meses de parálisis, aunque con una dotación laboral muy menguada. La obra comenzó en diciembre de 2015 y demandó una inversión de 344 millones de pesos, a valores históricos. 

El penal de mediana seguridad está ubicado a seis kilómetros de la ciudad de Coronda y cuenta con acceso pavimentado. Un total de 750 trabajadores penitenciarios, tanto de forma directa como indirecta, podrán trabajar una vez que se habilite la nueva unidad penitenciaria, destinada, específicamente para quienes cometan delitos federales, en su mayoría relacionados con el narcotráfico.