Este asunto de la simultaneidad de la Eurocopa con la Copa América nos atornilla al sillón frente a la tele. Y en medio del empacho nos preguntábamos a la tarde, mientras éramos testigos de la milonga con variaciones que fue el partido de España contra Italia, si Messi y compañía podrían ofrecer un show de una calidad similar en su debut contra Canadá.
Y la respuesta tiene mil puntas, España llega por todas las vías pero concretó un solo gol que además fue en contra. Argentina ganó 2-0 con dos golazos espectaculares. El DT de España metió cambios para cuidar jugadores, y recién ahí Italia se acercó algo, mientras que Scaloni metió a Otamendi sobre el final porque Canadá llegaba muy peligrosamente.
España borró a Italia de la cancha, Argentina no pudo hacer lo mismo con Canadá. El arquero de España intervino poco y el "Dibu" también, pero fue importantísimo y le transmitió seguridad a todos. Argentina tuvo muchas más llegadas claras que España, sobre todo después del 1-0.
España no tiene a Messi y Argentina tampoco tuvo al Messi definidor de otros tiempos. Hasta no hace mucho, las dos jugadas que tuvo mano a mano las resolvía con los ojos vendados, pero para compensar metió tres o cuatro pases de gol, y casi todas sus entregas fueron estocadas o toques sutiles para oxigenar la salida. España generó muchas llegadas con toques rápidos y precisos, pero ninguna terminó en el fondo del arco como el segundo gol argentino, una réplica de segunda selección del gol de Di María en el Mundial.
Esto recién empieza, no hay que exagerar el elogio, pero no se puede resistir a la tentación de querer jugar con España, ya mismo. Sería una final para empacharse del todo. Lástima que son torneos diferentes.