A falta de poco más de un mes para su inicio, París 2024 sigue sumando problemas. Esta vez es el río Sena, escenario de la prueba de natación del triatlón y del maratón en aguas abiertas. De acuerdo a los últimos análisis, el agua del Sena no es apta para baño por sus elevados niveles de contaminación, lo que -además de las implicaciones logísticas- obligó a la alcaldesa de la ciudad a "demorar" su promesa de bañarse en el río.
"Actualmente, la calidad del agua del Sena no está a la altura. Pero los análisis de las aguas del Sena no corresponden a los estándares que tendremos este verano", aseguró el prefecto (delegado del Gobierno), Marc Guillaume, en conferencia de prensa, poniendo sus esperanzas en que el clima le de una mano.
En presencia del presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, Guillaume explicó que las "excepcionales" lluvias de los últimos días han complotado contra los planes oficiales.
"En algún momento dejará de llover y tendremos sol. Y lo que podemos decir es que las obras llevadas a cabo en los últimos cuatro años están totalmente operativas y nos permitirán tener un resultado excepcional", afirmó el funcionario.
La calidad del agua del Sena aparece como uno de los principales asuntos de inquietud de la organización de los Juegos a poco más de un mes de la ceremonia de inauguración, prevista el 26 de julio.
Los organizadores han ido suspendiendo diferentes test previstos en el río, mientras que la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, está retrasando su promesa de bañarse en el Sena antes de los Juegos para mostrar su confianza en la limpieza de las aguas.
Tenía previsto darse un "chapuzón" este domingo, pero aseguró que lo retrasará a causa de las elecciones legislativas. Así, le dejó servida la excusa a su principal rival, la ministra de Cultura, Rachida Dati, quien acusó a Hidalgo de haber invertido grandes cantidades de dinero sin obtener resultados.