Protagonizada por Elisabeth Moss, la serie The Veil (El Velo) pone el acento en la relación que se va creando entre dos mujeres. Una de ellas es una espía británica que debe descubrir si la otra es en verdad el cerebro de un plan de ataque del Estado Islámico (ISIS), o Daesh, en algún sitio de Occidente. La historia fue escrita por el creador de Peaky Blinders, Steven Knight, se estrenó el pasado 30 de abril y cerró la temporada con su sexto episodio el 28 de mayo. Fue producida por FX Productions y, además del guionista, cuenta con la producción ejecutiva de Denise Di Novi, de Di Novi Pictures, y Moss, bajo su propio sello Love & Squalor Pictures.
La búsqueda de una mujer que puede ser la clave de una operación en marcha diseñada por el ISIS reúne a agentes del MI6 británico, la DGSE francesa y la CIA. Una trama para nada original, simple, pero bien relatada y con algunos condimentos que la transforman, de a poco, en una atrapante historia.
Las primeras escenas de la serie, en un campamento de refugiados en la frontera entre Siria y Turquía regenteado por cascos azules de la ONU, dan cuenta de las atrocidades perpetradas por uno y otro bando. Por un lado, miles de personas desplazadas por la guerra que los EEUU y sus aliados determinaron que debía ser la solución para aniquilar una fuerza militar creada y diseñada por ellos mismos. Por otro, cuando es detectada una integrante de ISIS, sale a la luz el odio que han llegado a generar las acciones de esa organización terrorista.
La agente británica, que se hace llamar Imogen Salter –encarnada por Moss– llega a ese campo, rescata a Adilah El Idrissi, interpretada por la actriz libanesa Yumna Marwan, y allí comienza un periplo que las llevará primero a Estambul, luego a Sofía, la capital búlgara, desde donde logran llegar a París.
Ambas comparten muchas cosas entre sí, aunque también tienen, como es obvio, miradas del mundo completamente disímiles. Eso las llevará a una tensión que alimenta y a la vez enturbia la historia. ¿A qué están dispuestas, cada cual por su lado, a ceder ante la otra? Lo que se juega es demasiado grande, y es un juego en el que abundan las verdades y las mentiras.
Un rasgo notable que corre paralelo al argumento de la serie –ocurre en casi todas las producciones británicas– es la forma que los guionistas encuentran para intercalar en la trama el mensaje de que Inglaterra sigue siendo la hermana mayor de sus socios occidentales, el cerebro de esa alianza.
En modo sutil, la voz de la Rubia Albión aparece en escena para dejar sentado que dejó de ser el imperio que fue pero no abandonó su petulancia y aires de superioridad. Lo sugiere al contraponer su inteligencia frente a los recursos y fierros de los norteamericanos, en pasajes en los que Imogen burla las sofisticadas operaciones montadas por la CIA, e incluso en los mano a mano que se presentan entre la agente británica y su colega yanqui Max Peterson, interpretado por Josh Charles, conocido por la serie The Good Wife. Y ambos, ingleses y yanquis, hacen quedar a los franceses como unos inoperantes y perezosos. En un diálogo que ilustra esos desaires, el agente de la CIA les dice a sus colegas de la seguridad interior gala: “Su ciudad (por París) es terrible. El servicio de inteligencia está 20 años atrasado. Pero me gusta su comida”. Y se va.
Otra de las curiosidades de la historia es que ofrece algunos guiños shakesperianos. A la espía le apasionan los personajes del dramaturgo inglés. Antes de asumir el nombre que la identificará en la serie, su alias es Portia, la heroína de El Mercader de Venecia. Imogen, que es la identidad que adopta la agente en el comienzo de la serie, es el nombre que William Shakespeare le asigna a la hija del rey Cymbeline en su obra homónima.
Por supuesto, tratándose de una trama pro británica, siempre surge la alusión al enemigo ruso, ese gigantesco oso con el que Inglaterra está obsesionada pese a que no le da ni la hora. Cuestiones clásicas de ex imperios con la autoestima lastimada.
The Veil fue rodada entre marzo y mayo de 2023 en distintas locaciones: Turquía, Bulgaria, Francia e Inglaterra, en ámbitos como el aeropuerto Charles De Gaulle y Montmartre, en París; la Catedral de Canterbury y el área de Buttermarket, en el condado de Kent, sitios emblemáticos de Londres y el Gran Bazar de Estambul.
En este último, en una terraza, Moss tuvo un accidente mientras filmaba una pelea con alguien que la perseguía. La actriz que ganó dos premios Emmy en 2017 por El cuento de la criada, se refirió al incidente: “La primera vez que filmamos, golpeé contra una pared en una dirección equivocada, digamos. Terminé tirada en el techo durante un par de horas”. Asimismo, Moss recordó cómo siguió rodando pese a que sufrió la fractura de una vértebra: “Filmamos al día siguiente en el aeropuerto. Hay escenas del aeropuerto de París en las que tengo la espalda rota”. Pese a que no fue fácil volver a conseguir el permiso, la escena finalmente pudo volver a rodarse en el Gran Bazar. “La escena que salió en el programa es, en realidad, la segunda vez que se filmó, seis semanas después del accidente”, reveló Moss.