La coalición de izquierdas en Francia presentó este viernes su visión económica de su programa electoral basada en una "redistribución de la riqueza", que incluye mayores impuestos a las grandes fortunas y a los superbeneficios de las empresas.

"Vamos a reintroducir inmediatamente un impuesto de solidaridad a la fortuna (ISF) con un componente climático de 15.000 millones de euros (16.000 millones de dólares)", declaró el senador socialista Alexandre Ouizille, en la rueda de prensa del Nuevo Frente Popular (NFP).

A este impuesto, que el presidente Emmanuel Macron suprimió cuando llegó al poder en 2017 para atraer inversiones a Francia, se le sumará también un gravamen a los superbeneficios de las empresas, con el que se recaudarían otros 15.000 millones de euros.

Reforma impopular

Estos 30.000 millones de euros (32.000 millones de dólares) servirían para financiar la derogación de la impopular reforma de las pensiones de Macron, el aumento de las ayudas sociales en viviendas y un alza salarial para los funcionarios, entre otras medidas.

Ante las críticas de sus rivales electorales, el NFP presentó un programa en el que el gasto público adicional de unos 150.000 millones de euros (160.000 millones de dólares) hasta 2027 se compensaría por ingresos equivalentes, gracias al alza de la fiscalidad.

"La economía francesa no resistirá semejante choque fiscal y presupuestario", reaccionó la alianza centrista Juntos por la República del presidente francés, que llegó al poder con un programa reformista y liberal, con el objetivo declarado de controlar las finanzas públicas.

Pero en plena campaña de las elecciones legislativas, que Macron adelantó tres años por la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos del 9 de junio en Francia, esta imagen sufrió un varapalo el miércoles.

Procedimiento disciplinario

La Comisión Europea abrió un procedimiento disciplinario a la segunda economía de la UE, cuyo déficit público supera el 3% del Producto Interno Bruto (PIB) previsto por las normas europeas --5,5% en 2023-- y cuya deuda supera también el umbral del 60% --110% en 2023--.

"Hay que restablecer las cuentas públicas", urgió este viernes el ministro de Economía, Bruno Le Maire, que atribuyó estos desvíos a las medidas adoptadas contra el coronavirus y el impacto de la guerra de Ucrania en la inflación.

Las elecciones legislativas están previstas el 30 de junio y el 7 de julio. Después de sucontundente victoria en las últimas elecciones europeas, la extrema derecha de Francia vuelve a encabezar con holgura los sondeos.

 Agrupación Nacional, el antiguo Frente Nacional, obtendría cerca de un tercio de los votos en la primera vuelta de los comicios, que se celebrará el 30 de junio. Por detrás se situaría la coalición de izquierda NFP con más del 25%, y ya en tercera posición el bloque de centro donde se inscribe el partido del presidente Emmanuel Macron, Renacimiento, con una intención de voto que no alcanza el 20%.

Todos los sondeos publicados desde que Macron convocó elecciones legislativas anticipadas  coinciden en colocar a las tres principales formaciones en el mismo orden.