Bombones de diseño

En el barrio de Chacarita no podía faltar una propuesta chocolatera. Y ahí está Kakawa para completar el cupo. Desde su apertura, esta casa pasó de ser centro de producción y venta a cafeterías y chocolaterías, a un espacio vivo con actividades especiales, sumando noches de música o talleres para grandes y chicos.

La marca Kakawa no es nueva: Julieta Pascale la creó hace 18 años, ganándose un nombre reconocido en esta especialidad. Cuatro años atrás, abrió este local donde sumó mesas y vidriera. Julieta trabaja con dos blends, uno de Callebaut, una reconocida empresa belga, y otro de Ecuador. En el local se pueden elegir desde guijarros ($7000), como le dicen a las almendras o avellanas bañadas, hasta tabletas (desde $1700) y alfajores ($2500). Hay además unas preciosas cajas de sticks de chocolate de diversas regiones (Orígenes de América, $60000) que, advierten, una vez que se terminen pasará un tiempo hasta que los vaivenes económicos de esta inestable Argentina permita reponerlas. Otra opción original es la fondue, para 4 o 6 personas, que combina frutas de estación y pastelería; y para el invierno, el chocolate caliente, que se puede pedir al 70%, al café o con especias, sumando toppings como frambuesas, barquillo o malvaviscos, entre otros ($4800).

Una marca registrada de Kakawa es la belleza de todo lo que hacen: chocolates, bombones, tabletas, con estéticas muy contemporáneas. Hay cajas combinadas con marcas amigas, como la Rabieta Box (trae seis latas de cerveza Wee Heavy de Rabieta, cuatro guijarros surtidos y tres tabletas de 35g, $60000); o la Cath Sith Box (que trae gin, bombones surtidos y lingotes, $45000).

El 29 y 30 de junio Kakawa participará de La Chocolaterie, la ya clásica feria dedicada al chocolate que se realiza todos los años en el pabellón Ocre de La Rural. Allí van a lanzar el triple, un alfajor con dulce de leche, frambuesa y crema de maní bañado en chocolate; habrá chocolate caliente y frutas bañadas en chocolate para disfrutar del recorrido. Una excusa para un lujo goloso.

Kakawa queda en Aguirre 1570. Horario de atención: lunes a sábados de 10 a 20. Instagram: @kakawa_chocolates.

Una chef al mando

En la frontera del Barrio Chino, la chef pâtissier Daniela Tallarico abrió su primer local en un espacio donde todos los detalles están bellamente exhibidos. Al entrar, es imposible no caer en la tentación de los petit gateaux, alineados a la perfección, como diamantes en una joyería. El de pistacho y frambuesa es uno de los favoritos, seguido de cerca por el de brigadeiro, toffee y mantequilla de maní ($5900). Al costado aparecen los chocolatines –palabra vintage que acá recupera espacio– y los confites (otro término que cayó injustamente en desuso) de arándanos y yogur, también de limón y chocolate blanco, entre otros sabores ($7200). Para completar la oferta se suman las cookies, estrellas de la pastelería moderna, como la Barry, una galleta de chocolate húmeda con ganache de chocolate, corazón de toffee, castañas de cajú caramelizadas y cacao Barry; o la Red Pop, de red velvet con chocolate blanco, crema de queso, pochoclo caramelizado y sal (desde $5500).

Por once años, Tallarico fue parte del equipo de pastelería del Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires, donde estuvo junto a Damián Betular. El ritmo hotelero le dejó una gran capacidad de trabajo y una obsesión por los detalles que se refleja en sus preparaciones.

A tono con las necesidades del barrio, en Tallarica hay medialunas y croissants para el desayuno, café de especialidad, budines y panes de masa madre ($5900). El menú es muy completo e incluye un sándwich de roast beef con queso azul, cebollas caramelizadas, rúcula, lactonesa de tomate, queso gouda en baguette ($15500); una hamburguesa de pollo crispy con queso, mermelada de panceta y pickles ($15800); y platos principales como el filet de trucha con salsa de hinojo y mix de hierbas ($20400). Sábados, domingos y feriados el brunch para 2 personas sale $48000, y tiene ganas de convertirse en un best seller de la casa.

Tallarica tiene un entrepiso ideal para comer refugiado, con la computadora al lado; hay un salón pequeño abajo y un deck calefaccionado en la vereda. Una linda y deliciosa alternativa para todo momento del día.

Tallarica queda en Av. del Libertador 6025. Horario de atención: lunes a sábados de 8 a 21; domingos de 10 a 21. Instagram: @tallarica.ba.

Respeto por los alfajores

El número es abrumador: diez millones de alfajores por día consumen los argentinos, la mejor golosina del país, también la más mancillada por sucedáneos de cuestionable calidad que no merecen ostentar siquiera su nombre. Pero hay quienes sí respetan el legado y homenajean a este ícono nacional elaborando alfajores increíbles, de esos que hacen agua la boca. Un buen ejemplo es Hönecker, empresa familiar que lleva 20 años en el mercado. 

Su alfajor clásico de 55 gramos lleva enorme cantidad de dulce de leche, está bañado en un blend de chocolates al 70% proveniente de Ghana y la masa tiene notas cítricas y a vainilla que le dan un toque especial (desde $8600 la caja de seis). El dulce de leche de la casa se elabora siguiendo una fórmula secreta; también puede adquirirse online, en frasco, junto con el resto de los productos. Para quien quiera jugar más, hay alfajores con corazón de nuez, glaseados, bañados en chocolate blanco, rellenos de frutos rojos y uno especial con una capa de merengue. No pueden faltar además los conitos de dulce de leche ($7000 los seis), así como las ya tan argentinas galletitas rellenas de mousse de limón en sus dos versiones más conocidas: simples o bañadas en chocolate (desde $7000 las 8 unidades).

Esta empresa, que lleva el apellido de la abuela materna de sus fundadores, es heredera de los sabores y aromas de otra época, de cuando Mar del Plata era sinónimo de alfajores en todo el país, y uno volvía de las vacaciones con dulces cajas como regalo para la familia o la oficina. Hoy Hönecker cuenta con locales en varios puntos del país, incluyendo uno en Capital Federal. Y el próximo fin de semana también será parte de La Chocolaterie en La Rural donde presentarán también sus bombones, tabletas, licores y tés junto al milhojas de pistacho y el de Nutella.

Sea amargo o de leche, solo o con frutos secos, en tableta, en bombón o en alfajor, el chocolate no tiene muchos puntos intermedios: un abismo separa los buenos del resto.

Hönecker queda en el Mercado de San Telmo (Defensa 963) y varios locales más en el resto del país. Horario de atención: todos los días de 9 a 20. Instagram: @honeckerchocolatesoficial.