Mediciones especializadas advierten un crecimiento del salario privado registrado en mayo, que acompañó la desaceleración de precios, pero encienden alarmas por la dinámica que se observa para la segunda mitad del año. La recesión atenta contra las negociaciones paritarias y crecen los despidos y suspensiones en grandes empresas industriales. Por el contrario, se observa una relativa mejora en las asignaciones familiares y jubilaciones en mayo y junio, pero la decisión presidencial respecto de la fórmula de ajuste podría estorbarlas.
En mayo el indicador adelantado de salarios privados registrados de la consultora Centro-Periferia creció 1,6 por ciento en términos reales, gracias a la desaceleración de la inflación. Este indicador sigue de cerca la evolución de salarios del sector registrado medidos por SIPA –último dato en abril de 2024 arrojó una suba real de 4 puntos- y el índice de salarios privados de Indec –con un incremento 1 punto inferior a la inflación en marzo-. La medición privada obtenida a partir de los convenios colectivos de trabajo firmados venía de dos meses de caída y, desde noviembre de 2023, acumula un deterio del 7,7 por ciento real.
Que la caída haya mermado en mayo tuvo que ver esencialmente con la desaceleración de la inflación, que se apoyó a su vez en factores circunstanciales como la postergación de aumentos de tarifas. “En abril y mayo se evidenció una profundización del descenso en la variación nominal de los salarios ante la decisión del Gobierno de intervenir de manera más activa en las negociaciones paritarias”, sostiene la consultora.
La desaceleración de precios contribuyó a la mejora del poder de compra de los salarios. Sin embargo, especialmente dada la recomposición tarifaria en luz y gas que empezará a regir desde junio, es difícil pensar que dicha mejora será sostenida. “Hacia adelante los convenios colectivos de trabajo reflejan que la recuperación del poder adquisitivo será dependiente del sostenimiento del proceso de desinflación”, concluye el informe.
Por otro lado, la recesión permite sosegar la dinámica de precios pero afecta a los salarios del sector privado. En la tercera semana de junio, corta, se conocieron la suspensión en la producción y empleo en grandes empresas como Acindar-Villa Constitución y automotrices como Toyota-Zárate, Renaul y Nissan en Córdoba, General Motors en Santa Fé y Fiat-Córdoba: algunas aprovecharon los feriados para no producir ni acumular stocks, dadas las fuertes caídas en las ventas. El Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, consideró que en lo que va de 2024 hubo una caída de 12 mil puestos de trabajo en el sector y advirtió que esa cantidad “se va a duplicar o triplicar en los próximos 60 días” producto de la apertura de importaciones y de la eventual sanción del RIGI.
“El empleo asalario registrado del sector privado tuvo su séptima caída consecutiva en marzo”, advierte la consultora en base a datos oficiales de la Secretaría de Trabajo e Indec. Desde noviembre de 2023 se perdieron 100 mil puestos de trabajo registrados: 56 mil de ellos fueron en el rubro la construcción, 28 mil en el sector servicios y 12 mil en la industria, analizan. A su vez, en el caso del trabajo registrado, el desempeño fue dispar en comparación con noviembre: se registró una mayor caída en los asalariados del sector privado de casi 100 mil trabajadores (1,5 por ciento abajo) y en los públicos (0,6 por ciento) compensada parcialmente por el mayor registro en trabajadores de cuenta propia (autónomos 9,2 y monotributos 1,9 por ciento).
Puntualmente respecto de la dinámica de los salarios del sector privado, Centro-Periferia calculó una caída de 0,9 por ciento real en marzo versus un estancamiento en el caso de los salarios públicos. Advierten que los últimos acumularon una caída del 21 por ciento en términos reales respecto a noviembre de 2023.
Jubilaciones y ayuda social
Las jubilaciones mínimas en mayo se ubicaron 3 por ciento abajo que los niveles de noviembre de 2023 en términos reales, sin embargo computaron un crecimiento del 3,5 por ciento real respecto de abril, y es dable esperar que esa mejora continúe en junio, sostiene la consultora. El resto de las jubilaciones, en tanto, ya alcanzaron en mayo un incremento real respecto de los niveles de noviembre pasado. Esta mejora corresponde a la aplicación de la nueva fórmula de movilidad –sancionada por decreto presidencial- que contempla la inflación de dos meses pasados: en marzo la inflación fue del 11 por ciento.
Para prevenir posteriores caídas en las jubilaciones asociadas a la desaceleración de precios, la Cámara de Diputados aprobó un nuevo ajuste previsional con topes mínimos –de 1,09 de la Canasta Básica Total medida por Indec- más compensaciones por la pérdida de los haberes en enero y un refuerzo en marzo de cada año. El presidente amenazó con veta esta reforma.
Retomando los cálculos de la consultora Centro-Periferia, se advierte que el aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) en junio (del 41,5 por ciento basada en la fórmula de movilidad anterior) llevó a que en el sexto mes el Índice de Ayuda Estatal creciera por primera vez en el año. No obstante, se mantiene 16 por ciento abajo respecto al mismo mes de 2023. A partir de julio esta partida se indexará por la inflación pasada.