Desde Madrid
Hace casi noventa años, en una esquina de Avenida de Mayo, inmigrantes españoles se enfrentaban en dos cafés emblemáticos que estaban separados por apenas unos metros de distancia. En el Iberia se encontraban los republicanos; en el España, los franquistas. Este viernes, en Madrid, en el kilómetro cero de la capital española, se vivió una situación similar pero con los emigrados de Argentina. Por la noche, el presidente Javier Milei recibió una distinción del Instituto Juan de Mariana a unos metros de la célebre Puerta del Sol y en la misma cuadra, separados por apenas unos metros, se convocaron manifestantes a favor y en contra del economista.
En rigor de verdad no fueron sólo argentinos, en ninguna de las dos concentraciones. La gran cantidad de españoles en ambos puntos de encuentro daba cuenta rápidamente de lo poco desapercibida que pasó la segunda visita que el libertario realizó al país europeo en poco más de un mes. Nacidos de un lado y otro del océano, los congregados se amalgamaron en ambos focos militantes para gritar, por un lado, que la patria no se vende y, por otro, que viva la libertad. Y los españoles lo hicieron con tal vehemencia, como los argentinos, que el propio Milei podría jactarse y usar uno de sus irónicos memes de "fenómeno barrial".
Organizada por Argentina Soberana y Argentines en Movimiento -a la vez parte de Argentina No Se Vende, una red formada por residentes de distintos países de Europa-, la movida contra Milei se llamó Los Premios del Hambre. "La idea fue hacer una acción de repudio y también de denuncia, pero sobre todo de contraste: le dan un premio a la libertad mientras en Argentina se están cortando la libertad de expresión y la de manifestarse", contó a Página/12 Natalia, argentina, organizadora e integrante de este último colectivo. La detención de los 33 manifestantes del Congreso por la Ley Bases y el pedido de liberación de quienes aún se encuentran privados de su libertad fue, en efecto, el eje de los cantos y los carteles de ese lado.
Del otro, un muñeco gigante de Conan (vivo), gorritas de las fuerzas del cielo y banderas de los dos países daban color a la escena. Frente al Casino de Madrid, otro importante número de presentes esperó a los hermanos Milei hasta casi las diez de la noche, cuando bajaron de un auto, saludaron escuetamente entre ovaciones y se metieron a la cena de gala del think thank liberal. "Es la salvación del mundo contra los comunistas, debería haber un Milei en cada estado", dijo a este diario un español que acusó a los de enfrente de ser financiados por Pedro Sánchez. Sobre los manifestantes detenidos en el otro continente, el confeso fanático de Santiago Abascal, líder de Vox, opinó que "depende lo que hayan hecho (está bien o mal que estén presos), porque aquí en España tenían que haber ido unos tantos a la cárcel y recibieron amnistía".
Lógicamente, la presencia policial fue mayor en la marcha pro Milei, ya que su llegada implicó toda una logística protocolar y de seguridad. Pero en la otra, a poco menos de una cuadra, la policía también fue mucha y con órdenes claras y concretas: no dejar que se junten los dos bandos; sacar del sector protestante a aquellos fanáticos de Milei que se acercaran a provocar. Y es que, si hubo cruces (tensos, inclusive), fue porque éstos últimos cruzaban la frontera invisible y no al revés. "Lloren zurdos", gritaban envalentonados, mientras los organizadores del repudio pedían a los presentes no contestar.
"Milei es la herramienta para ejemplificar la falta de respeto", evaluó uno de los españoles del lado en contra ante tanta provocación. "Junto a (Isabel) Díaz Ayuso son la cara del engaño", dijo sobre la Presidenta de la Comunidad de Madrid, que más temprano le había entregado al libertario la Medalla Internacional de esa ciudad. Vestido con la camiseta de la selección campeona del mundo, el local entonó cantos característicos de la militancia argentina y vitoréo cuando el altoparlante amplificó un audio de Taty Almeida quien, en nombre de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, felicitó "a todes los que prepararon este justo, necesario y verdadero recibimiento a Milei".
Cuando los manifestantes contra el presidente empezaron a desarmar, los otros seguían amontonándose para recibir al mandatario. Y es que este segundo grupo no tuvo que pedir permiso para ocupar el espacio público y concentrar en determinados horarios, como sí tuvieron que hacerlo los primeros. La planificación cuidada y la evaluación, durante días, sobre quien haría el pedido al ayuntamiento (por temor a represalias en relación a la ciudadanía) no evitaron que a la persona designada le cayeran los trolls y las operaciones mediáticas: un artículo en la prensa española la acusó de kirchnerista y expuso sus datos personales y su cv.
En esa línea, mientras caía la noche en la avenida más turística de Madrid, en el día más caluroso de esta última semana de verano, una argentina del fandom libertario que vive en la ciudad capital atacó: "Los de la otra cuadra son todos peronistas, pero si hubieran estado tan bien económicamente durante el kircherismo no se hubieran venido para España". Solamente aminoró la verborragia ante la pregunta de esta cronista sobre por qué entonces todavía vive en España, si en Argentina tan bien gobierna Milei.