El Parque Reyes de Bluefields, en la costa atlántica de Nicaragua, ha sido testigo de un cambio significativo con la instalación del Monumento de las Seis Etnias. Esta monumental obra, creada por el escultor Noel Flores Castro, rinde homenaje a los creoles, miskitos, ramas, sumos, garífunas y mestizos, etnias que han formado parte troncal de la historia y cultura de la región. La inauguración de la obra se llevó a cabo el 9 de enero de 1997, en un evento marcado por la participación de la comunidad y discursos de destacadas personalidades de la cultura y la política nicaragüense.
El monumento está compuesto por seis figuras, cada una de 3.63 metros de altura, con una antorcha de 1.70 metros sostenida en uno de sus brazos, lo que sube la altura de cada figura a 5.33 metros. Sumando la base de 1.50 metros, la altura total del monumento alcanza los 6.88 metros. Cada figura porta un elemento básico de la alimentación local: un pescado, una tortuga, un coco, bananos, una piña y cacao, simbolizando la riqueza natural de la Costa Caribe. Las estatuas son huecas, construidas con una estructura metálica recubierta con una mezcla de cemento, arena y colorante, aplicada sobre una parte metálica. Este diseño evita un exceso de peso y reduce el riesgo de daños por movimientos sísmicos.
La idea de este monumento surgió en 1986, propuesta por Julio López Álvarez, un artesano garífuna residente en Bluefields. Fue el dirigente sandinista Lumberto Campbell quien expresó el interés en crear una obra representativa de las etnias de la costa atlántica. López Álvarez inicialmente trabajó una pequeña versión en madera de rosa, la cual sirvió de inspiración para la gran obra que hoy se erige en el Parque Reyes.
La obra reemplaza una antigua efigie de Somoza García, padre del dictador Anastasio Somoza, derrocado por la Revolución Sandinista. El mismo día del triunfo revolucionario, mientras en Managua la población derribaba la estatua de Somoza a caballo ubicada cerca del Estadio Nacional, en Bluefields, la euforia revolucionaria llevó a la caída de la figura de Somoza que se encontraba en el parque.
El Monumento de las Etnias no solo embellece el Parque Reyes, sino que también es un recordatorio de la rica diversidad cultural de Nicaragua, celebrando la herencia y la contribución de las comunidades de la costa atlántica a la construcción de la identidad del país.