La noche que la Selección Argentina debutó en la Copa América no fue la única ganadora. En el Mercedes Benz Stadium de Atlanta, la iglesia Más que Vencedores (MQV) nacida en Paraguay, ya había metido un gol de taquito y con sotana antes del 2 a 0 a Canadá. El ignoto pastor Emilio Agüero Esgaib cerró su breve bendición al torneo con un fuerte “amén” que escucharon 72 mil personas en la cancha y varios millones más en 190 países. Ni el Papa Francisco, futbolero como es, convoca tanta audiencia cuando reza el Ángelus en El Vaticano. La desusada ceremonia dejó patitiesos a los hinchas presentes que no entendían muy La religión había colocado un pie en templo ajenobastante penetración en Estados Unidos