Es uno de los operadores más estrechos de Maximiliano Pullaro, por eso el ahínco que demuestra al defender la gestión provincial, y diferenciarla de lo que quedó atrás. El ministro de Gobierno e Innovación Pública, Fabián Bastía, recalca que la prioridad hoy de la Casa Gris es "ordenar las cuentas, la cárcel y la calle". Afirma que el gobierno sí cumple su contrato electoral. "Prometimos un cambio, y está en marcha", dice. Entre los temas que más resalta alude al objetivo de "salvar la caja de jubilaciones porque así como va no es sustentable". En la era del modelo Milei, este abogado y ex diputado opina que la gestión provincial no es "ni complaciente ni enemiga" del gobierno central. Y se inclina por una actitud pragmática. Asegura que "lo importante es el consenso, el diálogo". A futuro imagina una réplica nacional del frente Unidos que puso a Pullaro en el sillón del Brigadier López. Y si bien durante toda la entrevista con Rosario/12 ponderó las cualidades de su jefe como hombre de gestión, evitó ponerlo en proyección de candidato presidencial en ciernes. Por ahora. "Hay que ver qué piensan otros actores. Nada se construye en soledad", planteó.

 —Pasaron los primeros 100 días y el gobierno conserva respaldo e imagen. ¿Cuáles cree que son las claves?

—Primero, nosotros trabajamos mucho –antes y después de las elecciones, y antes de asumir– en programas de gobierno, en equipos de gestión. Nuestro gobernador dejó en claro cuáles eran los ejes, las prioridades; y a partir de ahí, desde el primer día cumplió con la palabra empeñada. Está cumpliendo con el contrato electoral a pies juntillas: en seguridad, en producción y trabajo, en educación. Dijimos que íbamos a hacer cambios y lo estamos haciendo. Claro que al inicio mandamos un paquete de leyes vinculadas a seguridad y justicia que la Legislatura acompañó, y que nos permite llevar adelante una política clara, distinta de la que se venía haciendo: ordenamos la cárcel y la calle, y estamos ordenando el Estado. 

—¿Dice lo del cumplimiento del contrato electoral porque otros no lo hacen?

—No hablaré de gestiones anteriores porque no corresponde, haremos todo lo que humanamente esté a nuestro alcance, trabajar todo el tiempo que podamos, con austeridad y transparencia, con contracción al control de gasto, buscando el equilibrio fiscal en las distintas cajas... Aguas, EPE, Iapos, Caja de Jubilaciones. Y ocuparnos de atender las necesidades de los santafesinos.

—Pensé que lo del contrato electoral lo decía por Milei. 

—En cuanto al gobierno nacional, estamos de acuerdo con posiciones de equilibrio fiscal, eliminar los déficit, ordenar las cuentas públicas y las empresas del Estado. No creo que necesariamente una empresa sea mala en sí misma porque sea del Estado o privada, lo que debe estar es ordenada. Si no, deja de ser un servicio público. Hace falta eficiencia. 

—Se le reprocha a la gestión Pullaro una relación sinuosa con el gobierno central, de gestos ambiguos.

—La estrategia de Santa Fe es clara: nuestro gobernador lleva adelante una gestión coherente, fundada y trabajada. En las cuestiones que estamos de acuerdo compartimos, hay que sanear las cuentas públicas, dejar de endeudarse y generar asimetrías económicas que no conducen a nada y que solo han hecho acrecentar la pobreza. Ojo que Milei asumió con 50% de pobres. Ahora bien, el gobernador siempre lo dice cuando no está de acuerdo en algo. Lo hizo en su momento con la primera versión del paquete fiscal y de la Ley Bases. Pullaro fue el primero en oponerse y lograr cambios. Siempre planteamos la necesidad de obras de infraestructura, los recursos para educación. En cuanto a la caja de jubilaciones, la causa judicial está en trámite: se deben los 4 años de la gestión Alberto Fernández, suman 700 mil millones de pesos, y ahora los 6 meses de Milei, que por decreto quitó las transferencias automáticas al sistema. Pero pese a todos los ajustes y pérdida de recursos, nosotros ordenamos las cuentas, asumimos una masa salarial en déficit, deuda flotante, y una paritaria que nos condicionaba al mes siguiente de asumir. Y en ese contexto, empezamos a trabajar en obra pública. Somos la única provincia con recursos propios haciendo obra pública. Presentamos el Acuerdo por Rosario, algunas ya se empezaron, otras están por empezar, y otras para licitar. Es cuestión de orden, acción, equipo, y cumplir con la palabra con transparencia y austeridad. 

—¿Hay que inferir que antes no hubo orden ni acción ni equipo? 

—No sé, vos sos el analista. No hay otra manera... el gobernador hizo un equipo sólido, tengo secretarios de todos los partidos, la secretaria de Región Centro es peronista, Claudia Giaccone. El vínculo que tenemos con la Legislatura es en la búsqueda permanente de consensos. Acá no hay DNU.

—Al principio sí, pero cuando hubo disensos, como en la reforma al MPA, aplicaron la mayoría propia.

—Consenso y diálogo político es una cosa, unanimidad es otra. Puede haber unanimidad sin diálogo. En esa controversia por el MPA y el Código Procesal lo que pasa es que las diferencias eran transversales, pero se buscaron consensos, hubo diálogo, correcciones, y el Senado las terminó aceptando. La búsqueda de consensos es nuestro gran capital y tiene que ver con nuestras formas. Es como con Milei: no somos complacientes ni enemigos, no vemos la política de esa manera. 

—¿Qué opina de la Ley Bases, coincide en que el RIGI beneficiará a la industria santafesina?

—Sí, estoy de acuerdo con lo que ha dicho el ministro (Gustavo Puccini). El RIGI no nos va a perjudicar así como ha sido aprobado, y en muchos aspectos nos beneficiará porque muchas industrias santafesinas podrán ser proveedoras de esas grandes inversiones. Ya se anunciaron inversiones de Transportadora de Gas del Sur por USD 700 millones, siderurgia por USD 300 millones. Hay posibilidad de inversiones fuertes en el sector petrolero, minería, y no perjudica la actividad santafesina. 

—¿No hay posibilidad alguna de que la Provincia amortigüe tanto encarecimiento de tarifas en servicios por la retirada de subsidios de Nación?

—Santa Fe siempre cumplió sus compromisos asumidos. Pero es imposible que un Estado local amortigüe semejante volumen que implica tal impacto tarifario por la quita de subsidios. Ojo, es injusta la inequidad que existe respecto del AMBA, por eso el gobernador reclamó federalismo en el acto por el Día de la Bandera. 

—La paritaria con los gremios del sector público parecía que comenzaba bien, temprano, y sin embargo se empantanó y el gobierno pagó el costo de tener más paros de lo que esperaba.

—Creo que hicimos lo que habíamos dicho. Dijimos que convocaríamos a paritaria docente en la primera semana de enero y lo hicimos, lo que pasa es que expresamos la realidad económica de la provincia, mostramos datos concretos y sobre eso fuimos haciendo propuestas y mecanismos para atender al sector público, que no es solo política salarial, también es arreglar las rutas, comprar patrulleros, equipar la policía, comprar ambulancias, la demanda de alimentos con aumento de pobreza. 

—Pero si al final el gobierno terminó cediendo, ¿no dilató el acuerdo en vano?

—No... pusimos sobre la mesa la información de los recursos que teníamos para atender a todo el sector público. No terminamos ni aflojando ni endureciendo, terminamos pagando conforme a las posibilidades del Estado y estableciendo mecanismos nuevos, como premios a los docentes, descuentos de días a los que no trabajan. Pueden hacer todos los paros que quieran, pero fijamos posiciones. El aumento salarial otorgado es el que el Estado está en condiciones de cumplir.  

—La reforma previsional también presagia un frente de guerra con los gremios.

—No se debe hablar en términos de guerra. Lo más saludable son los datos, y la creación de esa comisión en Legislatura permitirá poner información sobre la mesa. Hoy la caja no es sustentable, tiene un déficit fenomenal que se paga con impuestos y recursos del Estado. ¿Cuánto tiempo se sostendrá? Tenemos que salvarla. Hay que hacer correcciones, y para no transferirla hay que salvarla. Si no, ¿qué le decimos al que le faltan 10 años para jubilarse y ve que esto se desmorona?

—¿Habrá reforma constitucional en esta gestión?

—Está en la Legislatura. Había 9 o 10 proyectos, sé que 3 o 4 renovaron estado parlamentario. No es un tema que estemos trabajando hoy, la prioridad ahora es ordenar las cuentas públicas, la calle, la cárcel. 

—Serán anfitriones el 29 de la convención nacional de la UCR. ¿Cómo evalúa el desempeño legislativo del radicalismo en el Congreso?

—Partidariamente somos orgánicos, ordenados, no mezclemos lo partidario con la gestión. Acá en Santa Fe somos el frente Unidos.

—¿El frente Unidos puede o debe dar el salto nacional?

—El frente Unidos, con la conducción de Maxi, demostró en Santa Fe ser una herramienta muy valiosa. Somos ordenados: muy heterogéneos de origen, muy homogéneos en la gestión. Me interesa mucho más hablar de la gestión, es lo que se valora y termina imponiendo. Hay debates que no son de primer plano ahora. Igual, no tengo dudas de que Unidos es un modelo a imitar. El liderazgo de Pullaro lo potenció, se formó como herramienta electoral y luego había que gestionar, y lo estamos haciendo. La Región Centro es un gran bloque, potente. El otro día La Voz del Interior tituló que este bloque dio en estos 5 meses más pasos que en 25 años. Eso habla de un contexto, pero también de un perfil  de estos gobernadores, Maxi, Rogelio (Frigerio) y Martín (Llaryora). A partir de ahí, los 10 gobernadores de lo que era Juntos por el Cambio tienen puntos en común. 

—¿Por lo tanto, Pullaro se proyecta a nivel nacional, probable candidato presidencial?

—Nosotros estamos gobernando Santa Fe, dentro de la Región Centro, en Argentina, pero van 6 meses de gestión, estamos abocados exclusivamente a Santa Fe. A ver, ¿Unidos a nivel nacional? Sí, como idea sí, pero hay que ver qué piensan otros actores. El error es creer que se puede construir en soledad, y no, nada se construye solo.