El Ejército israelí reconoció que sus fuerzas violaron el protocolo después de atar a un palestino herido al capot de un vehículo militar durante una redada en Jenin, una ciudad en la zona norte de Cisjordania. Las imágenes del incidente, ocurrido el sábado, se hicieron virales y muestran a Mujahid Raed Abbadi atado de forma horizontal al capot de un todoterreno militar israelí, que avanza por un camino estrecho. La Media Luna Roja Palestina denunció que el Ejército israelí impidió a sus equipos prestar primeros auxilios al joven palestino.

"La conducta vista en el video no es consistente con las órdenes de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) y lo que se espera de sus soldados", dice el comunicado castrense, que agrega que "el incidente está siendo investigado y tratado en consecuencia". Según la familia de Abbadi, cuando pidieron una ambulancia para socorrerlo, el Ejército israelí agarró al joven palestino, lo ató al capot y se fue.

Es habitual que las tropas israelíes, o la Policía de Frontera, no permitan a las ambulancias socorrer a palestinos heridos durante incursiones militares, que suelen ser letales debido a los enfrentamientos con milicianos de facciones armadas y que se incrementaron desde el ataque de Hamas el pasado 7 de octubre. Según fuentes médicas Mujahid Raed Abbadi, de 24 años, es oriundo del campo de refugiados de Yenín pero que estaba en casa de unos conocidos en Jabriyat, entre Burqin y Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada.

El Ejército israelí dijo que el hombre resultó herido durante "una operación antiterrorista" lanzada en la zona en busca de sospechosos. Fuentes gazatíes denunciaron, sin embargo, que el herido habría sido utilizado como escudo humano por parte del Ejército israelí con el fin de evitar cualquier posible ataque a tiros de la milicia, según el diario británico The Independent.

"En vulneración de las órdenes y estándares operativos, el sospechoso fue llevado por las fuerzas y atado al vehículo", señaló el Ejército israelí reconociendo en un comunicado que esta forma de actuar "no es conforme" a sus valores y que investigará lo ocurrido. Abbadi explicó que resultó herido por los disparos y permaneció durante más de dos horas sin poder moverse detrás de un vehículo militar israelí.

"Cuando los soldados llegaron a mi nivel, me pisotearon en la cabeza, me golpearon la cara, las piernas y las manos, que estaban heridas. Se reían", afirmó. Los militares lo "tiraron sobre el capot de un jeep" que estaba ardiendo, según él. Médicos del hospital Ibn Sina de Yenín confirmaron que Abbadi estaba ingresado en el establecimiento. Abbadi, con "una fractura" y "lesiones", fue operado urgentemente y tendrá que volver a ser intervenido, dijo Bahaa Abu Hamad, cirujano del centro. "Tiene una quemadura en la espalda, desde la nuca hasta la parte inferior de la espalda", agregó.

Violencia en aumento

El incidente de Abbadi ocurrió el mismo día en que un niño palestino de 12 años murió después de recibir un disparo de los soldados israelíes en Cisjordania, informó el diario Haaretz. El niño recibió un disparo en el torso durante los enfrentamientos en la ciudad de El Bireh la semana pasada. El sábado soldados israelíes mataron a tiros a dos hombres palestinos que supuestamente eran militantes en la ciudad palestina de Qalqilyah el sábado. Un israelí de unos 60 años también fue asesinado a tiros en la misma zona, al parecer por militantes palestinos.

Yenín es un bastión de grupos armados palestinos, y el Ejército israelí suele efectuar incursiones en la zona. La violencia en Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967, escaló desde el inicio de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza el 7 de octubre. Desde esa fecha y hasta el 31 de diciembre de 2023, más de 320 palestinos perdieron la vida por fuego israelí, y una minoría a manos de colonos que habitan en Cisjordania.

Con esas cifras 2023 se convirtió en el año más mortífero en dos décadas, con más de 520 muertos. En lo que va de 2024 al menos 222 palestinos murieron por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 44 niños, de acuerdo a un recuento de la agencia EFE. En Israel murieron 14 personas, en su mayoría uniformados, y seis civiles en ataques palestinos.

Presuntos abusos contra palestinos presos

El caso de Abbadi no es el único que pone en tela de juicio el accionar del gobierno israelí sobre los palestinos. El Tribunal Supremo instó este domingo al gobierno a proporcionar información sobre las condiciones de encierro de sospechosos palestinos en la cárcel de Sde Teiman después de recibir denuncias sobre violaciones de los derechos humanos. Varias organizaciones no gubernamentales exigieron el cierre de Sde Teiman por abusos contra los presos, considerados terroristas por las autoridades israelíes.

El máximo tribunal de Israel pide información en particular sobre la comida que se entrega a los presos, la atención sanitaria, la higiene y otras condiciones de detención mínimas que figuran en la ley sobre combatientes ilegales de 2002. Israel retiene a unos combatientes ilegales, término del Derecho Internacional Humanitario que se aplica en este caso a milicianos de Hamas y otros grupos armados palestinos capturados en Israel el 7 de octubre o los días posteriores y en la Franja de Gaza durante la actual campaña militar.

El gobierno israelí ya anunció su intención de cerrar las instalaciones de Sde Teiman, una base militar israelí ubicada en el desierto de Néguev, a unos 29 kilómetros de la frontera con la Franja de Gaza. Por el momento continúa funcionando pese a las acusaciones de agresiones físicas y malas condiciones de reclusión que podrían constituir crímenes de guerra.