La política económica recesiva del gobierno nacional golpea al aparato productivo bonaerense. Dificultades para pagar aguinaldos y expectativas negativas para el futuro. Las pymes, las más golpeadas, sin señales de recuperación a la vista. La construcción es un caso testigo.
Miguel Hale es dueño de Hale Demoliciones, empresa radicada en el partido bonaerense de San Martín, y titular de la Cámara Argentina de Empresas Demoledoras y Excavadoras, mayormente asentadas en el conurbano. Hale dice que “nuestras peores predicciones para este año ya se cumplieron y también ocurrieron otros fenómenos que no previmos”.
Se refiere, por ejemplo, a que por la parálisis total de la obra pública, los gigantes de ese sector, tras cesantear a la mitad de sus plantillas, se volcaron a la obra privada y cotizan por debajo del costo. “Para mover las máquinas, para tener algún ingreso. El problema es que funden al resto, es imposible competir. Hasta Techint se metió en esto, que para ellos son obritas”.
Por estos días, la preocupación de los empresarios de ese sector es el aguinaldo. Algunos lo pagarán en varias cuotas, otros sacan préstamos que no saben si podrán devolver y también están quienes explican la situación a sus trabajadores.
Hale describe el contexto actual en números: “de las 20 máquinas que tengo, 18 están en el depósito. De las 425 empresas registradas en el sector a fin del año pasado, quedan la mitad y a fin de año van a quedar unas cien, calculo. Igarreta (uno de los principales proveedores de maquinaria pesada), el año pasado vendía 20 máquinas por mes. Lleva vendidas solamente 10 en lo que va del año. Estoy en esto desde 2005, éste es, lejos, el peor año".
"Me está llamando gente para trabajar por avisos de búsquedas que publiqué en octubre pasado, cuando la situación era distinta. Los que tenemos personal calificado, con años de experiencia, tratamos de retenerlo, porque no es fácil de conseguir, pero nos preguntamos hasta cuándo podemos pagarles por no trabajar”, reflexiona. y sintetiza: "Si fuera por mí, con estos valores, me conviene más no laburar que laburar".
Ocurre que la lucha del sector, cada vez más desesperada, es por reducir daños, por achicar pérdidas, lo que explica también una suerte de canibalización del mercado. A modo de ejemplo, cada máquina vale unos 200 mil dólares y sus gastos de seguro y mantenimiento están en relación a ese valor.
Como contrapartida, el metro cúbico de excavación se pagaba 13 mil pesos en diciembre. Actualmente, con 70 puntos más de inflación acumulada, se paga nominalmente la mitad: entre 6 y 7 mil.
"El precio de la bolsa de cemento casi se triplicó, de 4 mil y pico a 11 mil. Pero el índice de la Cámara Argentina de la Construcción (que rige las actualizaciones de todo el sector), da cada mes más bajo, ¿cómo es posible?", cuestiona.
“Hace un par de semanas, hubo un concurso en CABA para demoler una escuela. Generalmente, se presentan dos o tres empresas. Había más de cien”, cuenta el dirigente, que por estos días irá a ofrecer los servicios del sector a Vaca Muerta. “En el área metropolitana no hay obra nueva, ni de vivienda ni de nada, y con Procrear dejaron un tendal”.
Calzado y automotrices
El titular de la Unión de Trabajadores de la industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA), Agustín Amicone, en diálogo con Buenos Aires/12, confirma que en el sector crecen las suspensiones y despidos, pero todavía no hay cierre de empresas. “Por un lado, hay una caída abrupta de las ventas. Por el otro, crecen las importaciones, de manera que se vende menos y encima, importado. Para el trabajo argentino, es un combo fatal.”
El dirigente explica, por su experiencia en los ciclos neoliberales anteriores, que las suspensiones y los despidos son los pasos previos a los cierres. La planta de Cooper Shoes, en Las Flores, que cerró con Macri y se reactivó en pandemia, despidió a 20 trabajadores.
En Catamarca, en cambio, cerró recientemente Textilcom, la fábrica de calzado y textiles que había abierto en 2022. La fábrica de calzado de Chivilcoy, originalmente instalada por la brasileña Paquetá, intenta reconvertirse con el lanzamiento de productos propios, ante la falta de pedidos de las grandes marcas, para las que ensamblaba calzado deportivo.
Durante todo 2023, el sector impulsó la sanción de un régimen de promoción de la industria del calzado, que contaba con el apoyo tanto de la cámara como del sindicato, y tenía el objetivo de sustituir gradualmente componentes importados, a través del desarrollo de una cadena de proveedores nacionales, para generar saldos exportables en cinco años, en vez de demandar divisas.
En el caso de las automotrices, hay dos firmas con plantas en la provincia de Buenos Aires que realizaron paradas técnicas durante los recientes feriados. Se trata de Toyota, en Zárate, y Mercedes Benz, en Virrey del Pino, partido de La Matanza.
Toyota, además, tiene abierto un plan de retiros voluntarios desde marzo pasado, por la expectativa de caída en las ventas de 2024 respecto al año anterior. Una fuente vinculada al sector sostiene que “las paradas técnicas son reales, pero generalmente se hacen cuando es más negocio no producir que producir”.