El expresidente Donald Trump volvió a atacar a los inmigrantes a los que tildó de "violentos" y propuso que deberían tener su propia liga de lucha, similar a la conocida UFC, que maneja el campeonato de artes marciales mixtas en Estados Unidos. De cara al decisivo debate presidencial del próximo jueves, Trump tuvo un fin de semana de intensa campaña en donde llamó a los evangélicos a votar masivamente en noviembre y prometió proteger "ferozmente" la libertad religiosa si es elegido.
Frente a una multitud en Filadelfia, estado de Pensilvania, el republicano dijo que le había sugerido a su amigo Dana White, presidente de la UFC, crear una competencia dedicada a inmigrantes con la que ganaría mucho dinero. "Al final del año el campeón migrante va a pelear contra tu campeón (el de la UFC) y creo que el migrante va a ganar. Así de duros son", contó Trump.
Como en otros actos de campaña, el magnate republicano se refirió a la mayoría de los migrantes como "traficantes de drogas, pandilleros y asesinos". Trump también tuvo tiempo para deslizar que Biden podría utilizar suplementos para prepararse para el próximo debate, burlándose de las capacidades mentales del presidente. "Un poco antes del debate recibe una dosis en el trasero y así es como quieren fortalecerlo", disparó el expresidente entre las risas del público.
Trump también voló a Washington para participar de un encuentro de la organización Faith and Freedom Coalition en el que pidió el voto de los evangélicos, que cumplieron un papel importante en su ascenso al poder en 2016. El expresidente se prepara para enfrentar a Biden en el debate del próximo jueves, realizado en la sede de la CNN en Atlanta, el primero de los dos cara a cara televisados que habrá entre los dos aspirantes antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Hasta el momento hay prácticamente un empate entre los dos candidatos, de acuerdo a la media de sondeos elaborada por la web FiveThirtyEight. Según un memorando al que tuvo acceso la agencia EFE, la campaña de Biden tiene previsto pasar a la ofensiva en el debate del jueves con ataques contra Trump por sus posturas antiabortistas, la amenaza que supone contra la democracia y sus planes económicos, que podrían recortar impuestos y beneficios como el Medicare.