Los trabajadores de las universidades nacionales volverán a reclamar un aumento presupuestario para enfrentar el desfinanciamiento en el que los puso el gobierno del presidente Javier Milei. El reclamo no será en forma de paro sino de jornadas de visibilización del conflicto que los centros de estudio mantendrán durante 72 horas a partir de mañana martes y donde docentes y no docentes desplegarán clases públicas, asambleas y volanteadas en todas las universidades estatales del país. Reclamarán por la pérdida del poder adquisitivo del salario y por la reapertura de las paritarias. Evalúan un paro de 72 horas para el comienzo de clases después del receso invernal.
“El aumento que anunció el gobierno solo sirve para llegar a pagar la luz y el gas. Es insuficiente respecto de la situación económica y el atraso salarial”, aseguró a PáginaI12 Carlos de Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios de Conadu. El incremento salarial que otorgó el presidente Milei para el sector universitario fue del 4 por ciento, en un mes en el que la medición inflacionaria fue del 4,2 por lo que quedó por debajo de la inflación. “El martes a las 12 vamos a movilizarnos a la secretaria de Educación en el Palacio Pizzurno para pedir que se abra la mesa de negociación paritaria”, destacó el secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades Nacionales (Fedun).
Todos los integrantes de la vida interna de las universidades nacionales ya se manifestaron masivamente en contra de la decisiones que viene tomando Milei contra la educación pública desde que asumió la presidencia en diciembre del 2023. La mayor expresión popular del rechazo fue el 23 de abril pasado cuando docentes, no docentes y estudiantes confluyeron en una jornada de paro a favor de la educación y en contra del desfinanciamiento de las universidades nacionales. Además, los docentes agrupados en Conadu, Conadu Histórica y Fedun, las tres expresiones gremiales, ya realizaron junto a los trabajadores no docentes sendos paros como el de 72 horas del 10 y 11 de junio, que coincidió además con la movilización popular contra la Ley de Bases que se trataba en el Senado.
“Lo que vemos es que el plan de este gobierno es reducir a la mitad a las universidades. Llegaron al gobierno con la idea de reducir el Estado y las universidades formamos parte de él”, indicó De Feo y agregó que “para llegar a eso promueven que los salarios se mantengan bajos, reducen las becas estudiantiles y las desfinancian”. El recorte presupuestario que aplicó el gobierno de Milei sobre la Educación Superior dejó a las universidades con escasos recursos para afrontar problemas de infraestructura, el pago de los servicios y el acceso a insumos básicos para la enseñanza.
“Vamos a cerrar este primer tramo del año con una jornada de visualización del conflicto, fundamentalmente porque no queremos perjudicar a los estudiantes que en este tramo del año suelen rendir parciales y exámenes antes del receso de invierno”, explicó por su parte Daniel Ricci, de Fedun. “Este es un gobierno que promete más de lo que hace. Se dedica con mayor esfuerzo a las operaciones que a los hechos concretos porque nunca llega a nada”, agregó el líder de una de las tres organizaciones de los docentes de las universidades nacionales.
En los papeles, desde diciembre de 2023 los salarios de los profesores universitarios aumentaron un 61,4 por ciento mientras que la inflación reflejada en los precios fue del 133,4 por ciento, según un informe elaborado sobre la base del instructivo para la liquidación de los salarios del personal docente de la Universidades Nacionales y la escala del convenio de los empleados públicos.
Con la defensa del salario como objetivo central, Ricci adelantó que “los docentes universitarios y los no docentes estamos discutiendo y evaluando la fecha del próximo paro que lo más probable es que sea de 72 horas. Vemos que se puede llegar a concretar en un no inicio de clases una vez finalizado el receso invernal”.
Pero de ser aprobada la medida se sumará al conflicto la ley de Bases que es fuertemente rechazada por la comunidad educativa universitaria y profundizará los problemas que aquejan al sector. Por ello el líder de la Conadu, De Feo, destacó que “en el plan político del gobierno de reducir las universidades a la mitad esta ley tendrá un papel central. Si bien la ley no habilita la posibilidad de disolverlas o cerrarlas, si permite que sean reagrupadas. Es decir por ejemplo que dos o tres universidades se transformen en una sola”, advirtió el dirigente de la Conadu extendiendo la mirada a un futuro no tan lejano.